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La ventana de oportunidad que se abre en Itaipú en este 2023 es clave. Tras el pago de la deuda, y con la revisión del Anexo C en puertas, estamos ante una entidad que produce energía limpia, barata y renovable, en medio de una crisis energética y económica regional y mundial.
La energía es un elemento central para el desarrollo, y más aún la energía limpia y renovable como la hidroelectricidad. Permite impulsar la producción de manera estratégica y sustentable, y contar con fondos para la inversión pública en las áreas centrales.
Así, se abre ante nosotros la posibilidad de aprovechar esta oportunidad para contar con más energía, más fondos y más soberanía, para dar el salto de calidad en el desarrollo que necesitamos, y que, con Itaipú, podemos dar.
Estrategia nacional
Iniciamos el nuevo gobierno sin una estrategia nacional en Itaipú que ponga a Paraguay en el centro. El desafío es amplio, y la estrategia requiere de consensos internos y externos, sobre la base de los puntos centrales a tratar.
Las formas de llegar a buenos resultados son varias. Pero lo central es saber qué queremos y qué podemos lograr, y apuntar con firmeza, siendo flexibles en el camino, pero sabiendo con certeza a dónde llegar.
Y aquí no hay mucho secreto. Esta nueva fase de Itaipú nos permite contar con más energía, más fondos y más soberanía para el desarrollo.
Energía
El 50% que nos corresponde como país es algo a tomar en nuestras manos, para potenciar el uso local eficiente y productivo de la energía, y comercializar a precio justo de mercado nuestro excedente.
De los 2.900 millones MWh generados desde 1984 a la fecha, solamente 8% han sido aprovechados por el Paraguay, cediendo el resto a montos irrisorios.
Necesitamos políticas que den impulso a la industria y la producción nacional, en áreas claves que agreguen valor y den bandera paraguaya a productos para consumo interno y exportación.
Para comercializar nuestro excedente, precisamos de una voluntad política que se pare firme ante nuestros socios, y ponga el gran conocimiento nacional existente al servicio de una integración energética regional y la venta de nuestra energía al mercado regional.
A su vez, este punto nos encuentra ante el desafío de ampliar nuestra fuentes energéticas, frente al fin del excedente al que llegaremos en los próximos años, así como el impulso decidido a la eficiencia energética y la sustentabilidad, como formas de optimizar el uso de este recurso estratégico nacional.
Fondos
Una nueva ingeniería interna en la entidad nos permitirá aumentar de forma exponencial los fondos que ingresan al país, para destinarlos a las áreas estratégicas que permitan dar el salto de calidad hacia el desarrollo.
Desde el inicio de la producción de energía en 1984, Itaipú ha generado más de 100.000 millones de dólares de ingresos, de los cuales, solamente alrededor de 14% ingresaron al Paraguay.
Con un aumento en los royalties y nuevos fondos, bajando a su vez el costo de la energía para una mejor productividad, los ingresos de Itaipú al país se pueden multiplicar.
El ingreso de estos fondos al Presupuesto General de Gastos de la Nación permitirá un manejo transparente de los mismos, para su optimización y mejor aprovechamiento en pos del desarrollo nacional.
Soberanía
El punto que permite garantizar que la energía y los fondos se destinen al desarrollo nacional, es la soberanía en el manejo de la entidad.
La estructura de gobernanza de Itaipú requiere de una nueva ingeniería que garantice que las decisiones tomadas con relación al 50% que corresponde al Paraguay, sean tomadas de formas transparente y soberana en Paraguay.
Ello permitirá garantizar un futuro de prosperidad para el país, donde la riqueza generada en la entidad esté al servicio del desarrollo, invirtiéndose en Paraguay lo que le corresponde al país.
* Politóloga, docente e investigadora. Especialista en desarrollo. Integrante de la Campaña Itaipu ñane mba´e. @cvuyk. ceciliavuyk@gmail.com