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Estas joyas se siguieron utilizando en los primeros años del 2000, según el archivo de ABC Color. En la fiesta patronal del año 2003, las joyas ya no fueron utilizadas. Viendo el archivo de nuestro diario, la Virgen del Rosario tenía el báculo, su rosario, corona, gargantillas, cielo de estrellas, aros y anillos. Todos de oro. Mientras que en la cabeza del Niño Jesús posaba una bella corona del preciado metal, y en el pecho de la Virgen, la medalla de oro, que el poeta Félix Fernández ganó como condecoración por haber participado en la Guerra del Chaco.
Estas joyerías forman parte del patrimonio de los ciudadanos de Itauguá y, aunque no se quiera polemizar sobre el hecho de que no han aparecido desde hace varios años, es deber de la Iglesia dar una explicación al respecto, sobre todo las actuales autoridades eclesiales, sobre cuyos hombros pesan la autoridad moral de aclarar dónde están y mostrar las millonarias joyas.
Desde que salió el párroco Andrés Cardozo, el actual párroco Pedro Brítez ha contado la inmensa tarea que le ha costado estabilizar la parroquia de la cual dependen 300 capillas, cada una con sus problemas. Sin embargo, averiguar la actual ubicación de las alhajas de la Virgen del Rosario solo depende de sencillos pasos administrativos, que con el uso de computadoras, correos electrónicos, y una redacción de memorando estoy segura se puede solucionar.
La Iglesia paraguaya debe dejar de lado los vicios que destruyen a la fe católica del país. Sobre todo, las malas prácticas de esconder debajo de las sotanas estos tipos de situaciones con pretexto de que se están averiguando y que estarán seguramente en buenas manos, y sin dar respuestas concretas, quede en el olvido con el paso del tiempo.
Cualquier institución seria tiene un archivo y guarda los inventarios que se realizan. La diócesis de San Lorenzo se creó el 22 de mayo de 2000 y el 9 de julio de 2000 asume Mons. Adalberto Martínez. En la festividad de octubre de 2000 la Virgen aún portaba las joyas, por lo que el obispo Joaquín Robledo no puede decir que antes de la creación de la diócesis de San Lorenzo ya no estaban las joyas. No puede desentenderse del caso, al contrario, debe articular los mecanismos necesarios para responder a la pregunta que se hacen los itaugüeños: ¿Dónde están las joyas que regalaron a la Virgen del Rosario?