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Rubén Ramírez Lezcano fue nombrado Canciller del próximo gobierno, ante desafíos que marcarán un punto de inflexión en el desarrollo para adelante, o para atrás. Junto con las relaciones con Taiwán, Israel y el MERCOSUR, el futuro Canciller mencionó a Itaipú como prioridad, pero sin dar detalles concretos de qué plantea el nuevo gobierno ante este desafío crucial. Hablar de Itaipú es fundamental, para construir una estrategia nacional que aproveche esta oportunidad histórica, con Paraguay en el centro. Hablemos.
La política exterior del próximo gobierno
Rubén Ramírez Lezcano fue nombrado Canciller del gobierno de Peña. Economista y diplomático, anterior Canciller del gobierno de Nicanor, tendrá en sus manos la política exterior del país, bajo las directrices del Presidente.
Este periodo de gobierno 2023-2028 presenta desafíos fundamentales para el Paraguay, que marcarán un punto de inflexión en la política nacional, de un salto de calidad hacia el desarrollo, o una vuelta carnero para atrás.
El futuro Canciller estuvo recorriendo medios, colocando los puntos centrales que marcarán la agenda internacional del próximo gobierno. Resaltó que se mantendrán las relaciones con Taiwán, que se trasladará la embajada de Israel de Tel Aviv a Jerusalén y que se fortalecerá el MERCOSUR y la integración regional.
Itaipú, punto central de nuestra agenda de política exterior y desarrollo, y desafío estratégico del próximo gobierno, fue abordado de forma genérica, como se vino haciendo desde el anterior gobierno y durante todo el periodo electoral.
Ramírez Lezcano habló de sacar el mejor provecho, que negociarán con transparencia y que Itaipú debe ser factor de desarrollo. Más allá de las frases vagas, no detalló en concreto qué propone el futuro gobierno para Itaipú, y cómo lo piensan llevar adelante.
Itaipú, de dónde partimos
La línea de base de la cual parte ahora la oportunidad de Itaipú está marcada por las posiciones ya ganadas y consumadas por el socio Brasil, ante un gobierno paraguayo que ha cedido a los intereses extranjeros, sin una estrategia nacional en la materia.
La tarifa de Itaipú bajó, sin un plan o proyección nacional para ello. La deuda de Itaipú se terminó de pagar, sin revertir el sobrepago corrupto demostrado por la auditoría de la Contraloría.
Con estas dos cartas fundamentales entregadas, el resto del manejo de la entidad -uso y cesión de la energía, toma de decisiones, destino de los fondos, manejo del territorio- siguió igual, beneficiando a los grandes ganadores a la fecha de la riqueza generada por la entidad.
A su vez, no se dio cabida a las solicitudes paraguayas de adelantar las negociaciones. El actual Canciller Arriola detalló que fueron enviadas tres solicitudes formales al Brasil, las cuales fueron ninguneadas, sin ser respondidas a la fecha.
Como declararon a la prensa las autoridades del país vecino, las conversaciones arrancarían el 13 de agosto, cumplidos los 50 años del Tratado y entrando el nuevo gobierno.
La estrategia nacional
Tras saltar a la luz el acta bilateral en julio 2019, las acciones del gobierno saliente se basaron en ganar tiempo para consumar de hecho sus intereses, intentando mantener a la ciudadanía distraída con una cantidad de instancias superpuestas y sin resultados.
Hoy, el desafío central está en construir una estrategia nacional en Itaipú que ponga a Paraguay en el centro, dando el salto de calidad hacia el desarrollo que, con la llave de la oportunidad histórica del 2023, lo podemos hacer.
Es importante lo que vamos a plantear a Brasil, pero más importante es qué vamos a plantear a Paraguay. Tenemos una negociación externa, y una negociación interna que hacer, en la cual la estrategia nacional se debe basar.
¿Qué propone el nuevo gobierno con relación al uso local y la comercialización de la energía paraguaya de Itaipú? ¿Qué planea hacer con la energía utilizada por las criptomonedas, los data centers y las empresas electrointensivas? ¿Qué planes propone ante el agotamiento de nuestras fuentes energéticas en la próxima década?
¿Proyecta ampliar, mantener o bajar los royalties? ¿Qué destino proyecta dar a los fondos de Itaipú en el país? ¿Qué propone ante el futuro fin de los fondos del FONACIDE? ¿Qué acciones impulsará con relación a la deuda ilegal sobrepagada?
¿Integrará los fondos de Itaipú al Presupuesto General de Gastos de la Nación y auditará los gastos? ¿Mantendrá el actual esquema de toma de decisiones y el control de las direcciones principalmente en manos brasileñas o promoverá cambios para un manejo transparente y soberano?
¿Promoverá un cambio integral del Tratado o revisará solamente algunos puntos del Anexo C? ¿Propondrá acuerdos en las instancias del Consejo de Administración u otras, o planea llevar adelante cambios que requieran la aprobación de los Congresos de ambos países (Notas Reversales)?
Estas son sólo algunas de las interrogantes sobre las cuales construir nuestra estrategia nacional. Hablemos. Debatamos. Pensemos. Avancemos.
* Politóloga, docente e investigadora. Integrante de la Campaña Itaipu ñane mba´e. @cvuyk. ceciliavuyk@gmail.com