“Primero el Señor”

Veinte años después, ¡20 años después! al fin alguien habló sobre la fortuna de José Alberto Alderete. Pero no fue él, desde luego; parece que nunca será él. Usó a su abogado, para que el mensaje escrito en Twitter fuera más que una aclaración. Aquí y en Tangamandapio no es poca cosa que el abogado intervenga, hay en aquello un mensaje subyacente, una advertencia solapada, que periodistas y medios conocemos DEMASIADO bien.

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Quizá no pueda hablar por todos pero sí por mí misma: en el 2019 lo buscamos por semanas, por whatsapp, por llamadas, desde el impreso y desde ABC Cardinal intentamos obtener sus explicaciones sobre su patrimonio. SIEMPRE se ha escondido. Si de algo pueden estar seguros -abogado y cliente- es que seguiremos preguntando, al final, el temor traspasa y se hace costumbre, sobre todo cuando sacan las garras tan torpe y tan públicamente.

Ni en el 2003 ni en el 2006 tampoco habló. En este último año, era el poderoso presidente de la ANR y logró que le asfaltaran 1.000 metros de camino que conducían a su propiedad en Tacuruty, Villeta. Según el MOPC, era un pedido de los vecinos. La enorme propiedad -alrededor de unas 14 hectáreas- fue protegida con un bruto murallón. Para el 2019 hasta los caminos internos estaban empedrados, patio para fiestas, piscina, quincho separado del casco principal, casa de huéspedes y zona de empleados.

La primera declaración de bienes refleja que un modesto estudiante de economía escaló meteóricamente. Inició en 1989 como consejero de IPS, senador durante el gobierno de Wasmosy, consejero de Yacyretá, Ministro del MOPC hasta llegar a Director de Itaipú. De un patrimonio de 185 millones de guaraníes y una deuda de 20 millones de guaraníes, pasó a un crecimiento descomunal. En el 2006 ya aparecían cuatro lujosos vehículos, casas en Asunción, Fernando de la Mora, San Bernardino, la casaquinta en Villeta.

En el 2019 apareció nuevamente en el radar. Había sido premiado por Abdo Benítez como Director de Itaipú. Y allí descubrimos que usando una sociedad anónima de nombre Espartillar, había adquirido una estancia en el Chaco donde el ganado usaba la marca “Primero el Señor”. Solamente entre 2008 y parte del 2010 identificamos unos US$ 3 millones en inversión en la estancia, la cual figuró como apuesta económica de su jefe de gabinete, Juan Ernesto Snead, quien tampoco hizo figurar en sus declaraciones juradas el patrimonio.

Alderete está en su derecho de no hablar. Pero cuando usa un abogado para hacerlo después de haberse negado durante 20 años, y acusan de estar mintiendo, estamos también en nuestro derecho de pensar que no solo no puede explicar el origen de su patrimonio sino que además quiere intimidar. Esto último, que lo sepa bien, no lo logrará.

mabel@abc.com.py

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