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De acuerdo a una adenda firmada el 16 de enero pasado, el consorcio recibiría el 65 por ciento del cobro por el estacionamiento y el 40 por ciento del cobro por las multas.
Todo estaba listo, hasta que nuevamente el molestoso periodismo comenzó a escarbar en las condiciones en las que pretenden conceder por tres lustros esta atribución del municipio a través de una cuestionada licitación.
Y a medida que vamos explorando y recordando el proceso de concesión, encontramos más oscuridad en varios detalles sospechosos.
Esta semana entrevistamos en la 730AM a Enrique de Beitía, representante legal de Sutec S.A. y Asociados, una de las concursantes del proceso, quien nos recordó que en el momento de la adjudicación al consorcio Parxin presentaron una denuncia ante la Contraloría General de la República contra el intendente interino Omar Pico.
El cuestionamiento central es que el consorcio no tenía la experiencia que exigía el pliego, y que pese a ello no solo no lo excluyeron sino que le adjudicaron un puntaje perfecto.
“Tuvieron milagrosamente cien sobre cien... tuvieron trabajo perfecto (pese a no tener experiencia)” nos decía de Beitía en la entrevista, recordando también que pese a que transcurrieron más de siete años de aquella denuncia muy seria y formalizada ante la Contraloría, nada pasó.
Entrevistamos también al exintendente interino Omar Pico, convertido desde hace unos días por el presidente Abdo, en presidente del Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología (INTN).
Pico había adjudicado la concesión de la explotación del negocio por 15 años al consorcio Parxin, cuando solo faltaban cinco días para que dejara el cargo y asumieran el nuevo intendente Mario Ferreiro y los 24 concejales de la Junta Municipal de Asunción.
A modo de defensa Pico argumentó que el proceso licitatorio se hizo bajo la intendencia de Arnaldo Samaniego, y que el adjudicó la licitación al consorcio Parxin porque estaba de acuerdo con el proceso y ya tenía el visto bueno de los representantes del gabinete de transición de Mario Ferreiro, Max Rejalaga y Víctor Benítez.
“Yo estoy convencido de que eso está todo bien... Max Rejalaga me dijo que se lleve adelante, que estaba bien... ellos participaron de la revisión mucho antes... Víctor Benítez también... aunque sufrió muchos cambios y ahora ya no es lo mismo” alegó.
Un detalle no menor es que Rejalaga había asesorado previamente al consorcio Parxin, al que Pico adjudicó la concesión y Ferreiro luego la promulgó.
En la semana que termina también la Municipalidad de Asunción dio a conocer el informe de la investigación interna realizada por su contraloría, con un relato detallado de una serie de irregularidades entre ellas la vinculada a la solvencia económica y capacidad financiera de una empresa integrante del Consorcio Parxin, con la que se obvió la situación de que no había tenido movimiento alguno en los tres años anteriores a la licitación, lo que habría sido ignorado por el comité evaluador municipal y que habría sido determinante para demostrar su insuficiente experiencia en la prestación de servicios similares, requisito exigido en el pliego de bases y condiciones.
Otra irregularidad es que una misma contadora aparece auditando el balance que ella misma firmó.
Otra más es que la resolución de adjudicación de Pico en el 2015 fue al Consorcio Parxin integrado por la empresa Parx Ltd., que ya no aparece en la resolución de la Junta Municipal de Asunción en el 2016.
El informe ya está en manos de la Contraloría. El contralor Camilo Benítez dijo que la Municipalidad no necesita su aprobación para rescindir el contrato.
El intendente Óscar Rodríguez no quiso responder aún si lo hará.