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Fue una victoria de la ciudadanía, aunque con un sabor no totalmente dulce. La transferencia no se anuló por espuria, sino que la Municipalidad negoció con el grupo empresarial AJ Vierci, que tiene el título de propiedad, para permutar por otro terreno municipal, que es más de dos veces más grande. El predio en conflicto es de 8.000 metros cuadrados y se cambió por otro de dos hectáreas ubicado detrás del Matadero Municipal de Villarrica. Lo hizo el intendente Magín Benítez (PLRA), con anuencia de la Junta Municipal.
De acuerdo a los antecedentes, en 1970 el terreno desmembrado del Ykua Pytã fue arrendado a favor de la radio Panambi Vera, en ese entonces propiedad de Silvio Rubén Zaputovich y del político colorado Neri Filemón González. González, quien fue intendente en la dictadura y luego concejal en la era democrática, se apropió del inmueble al conseguir un título con la venia de la Junta de ese entonces, toda colorada y stronista, por supuesto. Tres décadas después, en 2011, el terreno -que tras una disolución conyugal fue transferido a la esposa de González- fue vendido por G. 2.000 millones a Plutón SA, del grupo AJ Vierci, para la construcción de un supermercado.
El proyecto nunca se concretó (en ese lugar) porque los pobladores no lo permitieron. Denunciaron, se manifestaron y lograron que intervenga el Ministerio del Ambiente. El ente prohibió la obra porque el lugar era, así como lo sostenían los activistas guaireños, un humedal. Fue la primera victoria; el segundo paso era recuperar el espacio que históricamente ha pertenecido al Ykua Pytã.
Hoy en día ya es una realidad y resulta difícil de creer. El jueves pasado la Municipalidad empezó a quitar el cerco y los vecinos ya hablan de socializar proyectos para adecuar el lugar y que se anexe al parque Ortiz Guerrero. Sin embargo, la familia de Neri González se quedó con los G. 2.000 millones y el Grupo Vierci tiene un nuevo inmueble. Nada de eso se revirtió. Los poderosos y ricos siguieron ganando. Es agridulce, pero sí es una victoria. Villarrica volvió a recuperar su emblemático Ykua Pytã.