Cargando...
Lo ocurrido en la última audiencia pública en la que se discutió el Plan de Transformación Educativa, se evidenció aún más el autoritarismo de los sectores que se autodenominan “provida y profamilia”.
Las amenazas de “meter bala” y de una “guerra civil”, en una audiencia pública, en el congreso nacional, frente a autoridades electas, como el senador Enrique Riera y la senadora Georgia “Nani” Arrúa, deben ser una señal clara y grave del peligro que representan estas organizaciones.
Las mentiras que repiten una y otra vez estos grupos, a fin de instalar su narrativa como algo real, llegaron al punto ridículo de poner dentro del Plan de Transformación Educativa cosas como la “endofagia” y la “eutanasia” en niños.
Si bien hasta parece cómico, es importante destacar que este tipo de mentiras son las que son utilizadas para polarizar, dividir y separar a la sociedad, instalando fantasmas para manipular bajo el miedo a una audiencia sumida en un total desconocimiento de políticas públicas, educación y derechos.
Es de vital importancia que a cada mentira se le enfrente una verdad, porque al dejar los auditorios a merced de los fascistas, estos acabarán con el Estado de derecho y la democracia.
Finalmente, este boicot a un Plan de Transformación Educativa que contiene lo mínimamente necesario para realizar los cambios y tener una educación un poco mejor, termina beneficiando a quienes se aprovechan de la gente que no cuenta con las herramientas necesarias para poder discernir entre lo que es verdad y lo que no, apelando siempre a conceptos emocionales para la manipulación de masas.
No por nada Adolf Hitler puso como ministro para la Ilustración Pública y Propaganda a Joseph Goebbels, quien era celebre por su frase de “miente, miente, que algo quedará”.
Eso sumado a la creación de enemigos externos, que “apeligran” el estilo de vida, la familia y la patria, se vuelve en un coctel peligroso que podría estallar en cualquier momento, tal así como ocurrió en Italia y Alemania.