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El documental se presentó como una miniserie de Netflix, “The Family”, y está basada en un libro del periodista Jeff Sharlet, a través del cual denunció la red de tráfico de influencia urdida por Coe.
La técnica del bajo perfil, de la baja exposición, del secretismo y la discreción es la que de forma recurrente han estado usando a lo largo de la historia los más influyentes poderes. Es la historia de las sociedades secretas, de las organizaciones criminales, y de muchos líderes empresariales.
Y esta ha sido la técnica que desde hace bastante tiempo han venido usando los empresarios del “Foro Económico Mundial”, y en la “Open Society Foundation” de George Soros, no en su existencia formal, que es de alto perfil, sino en sus canales de acción, que tratan de mantener fuera del escrutinio público a toda costa.
Cuando se firmó el “Acuerdo de París” sobre el “cambio climático” y la adhesión de los países a la “Agenda 2030″, fueron esos canales de acción los que operaron sobre los gobiernos, con eficacia y en las sombras.
Ahora sabemos a ciencia cierta lo acontecido porque la sesión número 50 del Foro Económico Mundial, autodenominada “El Gran Reinicio”, no sólo admite su papel en dichos “entendimientos”, sino que prescribe, a sus agentes en el mundo, el camino a seguir a partir de estos logros del Foro.
Hubiera sido sorprendente que haya periodistas paraguayos, y ONGs que medran en nuestro país, que insisten en negar la existencia de lo obvio, si no fuera porque su negacionismo es consistente con el secretismo y la discreción con que el Foro y Soros protegen sus canales de influencia.
Confirmando una hoja de ruta, la técnica de ocultamiento es idéntica en el mundo entero: mencionar esos canales de influencia es una “teoría de la conspiración” que ningún adulto debería creer (o sea, los que la evidencian deben ser infradotados), pues no existe “una confabulación a escala universal que incluya a multimillonarios y organizaciones multilaterales”.
Pero este esfuerzo de los negacionistas ya no puede ocultar lo que se ha hecho más que evidente: La acción global de la empresa Pfizer, para su vacuna que no previene, a través de los canales del Foro; la censura global sobre el “cambio climático” financiada por Bill Gates; la alianza las redes sociales para controlar las elecciones norteamericanas; la imposición global de la ideología de género a través de ONGs de Soros, están tan profusamente documentados que los que quedan en ridículo son los que los niegan.