Cargando...
De hecho es la comunidad más antigua de la región, y tal vez de todo el inmenso Chaco paraguayo. Aún así y a pesar de todos estos años de existencia, continúa en un letargo intento de desarrollo, con un lento avance hacia el camino del progreso.
Transcurrieron más de 2 siglos, y aún no se logra contar con un sistema eficiente de salud, de hecho la precariedad sanitaria no solo se da en esta comunidad, sino en todo el departamento. La evacuación de pacientes a hospitales de otras regiones del país, sigue siendo una de las constantes, esto debido a la falta de infraestructura de los hospitales de la región y la carencia de médicos especialistas.
La localidad y todo el distrito carece de caminos de todo tiempo, lo que hace que en épocas de grandes lluvias, varias poblaciones queden aisladas por varios meses; por suerte esta situación no se da desde el 2019, no porque haya habido algún progreso en el área vial, sino porque desde entonces todo el departamento padece una dura temporada de sequía.
La población carece de servicios de hoteles, y solo se cuenta con algunos pequeños hospedajes, con comodidades mínimas, esto hace que se pierda la oportunidad de potenciar el sector del turismo, atendiendo que si se aprovecha las bellezas naturales del lugar se podrá generar interesante ingresos económicos para los pobladores.
Hablando de turismo, precisamente, la estructura del histórico Fuerte de Borbón, inaugurado un 25 de setiembre de 1792, se está cayendo a pedazos por el paso del tiempo, sin que nadie se preocupe de una posible restauración.
La falta de visión futurista de las numerosas autoridades comunales, que pasaron por el municipio, y la pasividad de los pobladores, podrían ser las causas del porqué de este lento caminar, de una comunidad que posee todo un enorme potencial natural, que bien aprovechado, podría significar el desarrollo de esta bella localidad de Fuerte Olimpo, la “otrora Fuerte de Borbón”.
Apostar por la educación sería una de las soluciones que podría ayudar a generar nuevas perspectivas de desarrollo en la sociedad. El obispo Gabriel Escobar es todo un ejemplo en este campo en el fomento de la educación universitaria, con el funcionamiento de una sede de la universidad nacional, filial Concepción. Ahora se encuentra en pleno proceso para la construcción de lo que será el local de la universidad.