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En la última sesión, los parlamentarios, una vez más, se trataron de primates, estúpidos, idiotas, coimeros, charlatanas, mantenidos y otros improperios que solo dejan en evidencia el nivel de la conocida como “Cámara de la vergüenza”.
Los protagonistas: el colorado Roberto González, quien trató de vendidos a los liberales por no poder sostener un juicio político. Estas afirmaciones molestaron a la liberal Celeste Amarilla, quien le trató de “estúpido”. La liberal desde su banca gritó e interrumpió al colorado y este entonces le contestó. “Usted es la estúpida, sufre de la enfermedad llamada idiocia que produce la idiotez”.
En la segunda ronda de este repetitivo show, entró el cartista Basilio “Bachi” Núñez y trató a Celeste Amarilla de coimera, bipolar y multipolar. Además, le advirtió que si ella lo insulta, él le va a responder de la misma manera; es decir, con más insultos. Amarilla hace varias sesiones lo trata de neurólogo mau y un poquito torpe.
Luego, tuvo su momento frente a la “cámara” el cartista Walter Harms, quien fue tratado de “mantenido” minutos antes por la diputada Amarilla. El legislador se tomó un largo tiempo para responder a la liberal tratándola de “charlatana” e infeliz.
Un poco más tarde, Kattya González con la verba que la caracteriza trató a quienes la precedieron en la palabra como australopithecus (primates homínidos) y homúnculo (hombrecillos), principalmente a los colorados.
No faltó la lamentable participación de la llanista Esmérita Sánchez, quien una vez más necesitó de un “copiatín” para hilar sus ideas, pero su lectura fue vergonzosa.
No importa de qué partido o movimiento sean, los insultos priman por sobre el interés común y por ese lamentable show pagamos a cada uno de ellos G. 32.774.840 al mes.
Claro, también tienen cupos de combustible, gastos de representación, viáticos y no olvidemos que cuando todos ya volvimos a la normalidad, ellos siguen con sesiones virtuales.
Esta cámara nunca estuvo a la altura de las necesidades del pueblo paraguayo, menos mal llega el fin de este periodo parlamentario, por lo que en nuestras manos está buscar mejores representantes para el Congreso y a los que buscan el rekutu, antes que votarlos deberíamos botarlos.