Espantavotos

La decisión adoptada por un grupo de precandidatos colorados configura un nuevo escenario político con miras a las elecciones generales de 2023 y puede constituirse en una iniciativa precursora para desmarcarse de actores políticos “espantavotos”.

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Un grupo de postulantes a diputados y a la Junta Departamental del movimiento Fuerza Republicana resolvió no acompañar a Javier Zacarías Irún, único precandidato a la senaduría oriundo de Alto Paraná en la lista del equipo.

La medida, inusual en los comicios internos, se adoptó a raíz de varias disconformidades entre los miembros del movimiento, pero principalmente por la percepción ciudadana sobre la figura de Zacarías Irún.

Si bien el senador altoparanaense logró reagrupar a varios de sus antiguos dirigentes de base, su imagen es la más resistida en Ciudad del Este y los municipios del área metropolitana, que concentra cerca del 75% del electorado de Alto Paraná. El calificativo “zacariista” es usado en los últimos años para desprestigiar a actores políticos de la zona.

No en vano la figura del senador es rechazada. Tiene un proceso penal por ocultar sus propiedades del extranjero, que se sospecha que fueron adquiridas con recursos públicos desviados. También está procesado por un desfalco de G. 3.700 millones de la Comuna de Ciudad del Este, durante la gestión de su esposa Sandra McLeod.

El senador es considerado como una especie de caballo de Troya dentro de su movimiento. Por esa razón, los aspirantes a diputados Luis “Tikki” González Vaesken y Wilberto Cabañas, entre otros precandidatos regionales, decidieron proseguir con sus actividades proselitistas sin acompañamiento de Zacarías.

Pero Zacarías Irún no es el único “espantavotos” de Alto Paraná. Otros movimientos colorados y de la oposición también cuentan con precandidatos con cuentas pendientes con la justicia o bajo la mira de la Fiscalía por supuestos casos de corrupción.

Honor Colorado cobija a Rocío Abed y Digno Caballero, ambos postulantes a diputación. La primera es actual parlamentaria y esposa del diputado Justo Zacarías Irún, y es investigada por supuesto enriquecimiento ilícito.

Mientras que el segundo es esposo de la diputada Blanca Vargas y soporta denuncias por supuestos desvío de fondos públicos y enriquecimiento ilícito, los casos están relacionados con su gestión de intendente de Minga Guazú.

El diputado Ulises Quintana –del movimiento Republicano Paranaense, afín al cartismo– busca su reelección. Está acusado por vínculos con el presunto narco Reinaldo Cabañas, alias Cucho. Carlos Portillo pretende retornar a Diputados por la plataforma concertación opositora en Alto Paraná.

En estas listas habrá ciudadanos con deseo de mejorar la imagen de la clase política. Cada acción u omisión demostrará su intención real.

fredy.flores@abc.com.py

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