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En el Paraguay es una costumbre echar hojas, flores, raíces, semillas o cáscaras en el mate o terere todos los días, estando sanos o con algún problema digestivo u otro trastorno. Estas hierbas, por cierto, no suplen a remedios que recetan los doctores. Simplemente ayudan o son complementarias en los tratamientos de enfermedades. No obstante, consultando diferentes bibliografías, encontramos verdaderas maravillas.
El doctorcito, como no puede llamarse de otra manera, es buenísimo. Se usa como digestivo y calmante natural. Elimina gases y baja el nivel de azúcar en la sangre. Otra opción es la cola de caballo, un excelente diurético, sirve para infecciones de vejigas y riñones. Se utiliza igualmente como antidiabético y remineralisante. Después, viene el llantén kokue, otro limpiador de sangre y antinflamatorio poderoso. Se recomienda para lavar heridas y eczemas de la piel.
Siguiendo con la lista de digestivos tenemos el yaguareté ka a, burrito, manzanilla, anís, boldo, ñangapiry, cedrón paraguay, romero, ajenjo, eneldo, hinojo, menta i, yerba de lucero y otros. Específicamente para diabetes podemos citar la calabacita, palo azul, yaguareté po, pata de buey, kangorosa, koku, pyno guasu, chirca melosa, zarzaparrilla y otros. Los remedios muy amargos se emplean para regular la glicemia.
La ruda está considerada una hierba mágica que espanta la mala energía del lugar. Por eso no es extraño verla crecer en la entrada de la casa o en el portón, donde puede secarse si una persona con mala vibra la toca. Su poder como tonificador de las arterias es muy conocido. Igualmente ayuda al buen funcionamiento del aparato circulatorio y es usada como relajante. Nada tan aromático como el romero, muy cotizado para aceites esenciales y como purificador del hígado. Además, calma la mente, mejora la circulación, es fantástico diurético y es antibiótico natural.
Los naturistas aconsejan baños de ruda con romero para sacarse las malas energías y son muy relajantes. La salvia, la menta, el orégano, la moringa, la uña de gato, el diente de león, la achicoria, la graviola, corazón de india, sangre de grado, santa lucía hovy, verbena i, suico, tilo, pasiflora o valeriana, todo lo podés encontrar en mercados, tiendas y almacenes.
El cultivo, distribución y ventas de estas hierbas es un enorme negocio. Pero debe tenerse cuidado con la dosis que se emplea en la cocción. Y la cantidad que hay que beber así como los horarios, Nadie puede discutir que son los remedios de nuestras abuelas que nos dieron de tomar cuando éramos chicos. Los estudiosos de la Universidad Nacional de Asunción, clasifican estas plantas con sus nombres científicos. Aclaran sus composiciones y hablan de sus virtudes. Esto es muy alentador y positivo. Se nota que no se encuentran solamente en las canastas de las yuyeras sino que llegan a las universidades para ser estudiadas y recomendadas.
Ojalá siga esas importantes investigaciones por el bien de la salud de la gente. Después de todo, la naturaleza es sabia y es el gran supermercado y farmacia para quienes confiamos en ella.