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Sí existen de hecho y como corresponde discusiones políticas, criticar viejas prácticas, abuso de poder, y debates que muchas veces se dan entre compañeros, de cómo se actúa dentro de un espacio político que generalmente está cargado de irregularidades, prebendarismo, oportunismo y chusmerío.
Pasa que unos cuantos, que están dentro de los partidos, entraron mediante el sistema prebendario a los cargos públicos del Estado, a los ministerios, al Congreso Nacional, a la Justicia Electoral y así hay muchos otros espacios públicos ocupados por gente, no por su capacidad profesional, sino por el “amiguismo”.
Está práctica muy arraigada también dentro de los partidos de “oposición”, llega a un nivel crítico. Siempre se le cuestiona al Partido Colorado, experto en la materia, pero lo más grave es que los partidos políticos que se hacen llamar de “oposición” también hagan mismas prácticas. El discurso de hecho dejó de ser desde hace tiempo dejó de ceñirse a la realidad y a las buenas prácticas. Mirando desde este punto parece peor porque se presentan y mienten a la ciudadanía en general señalando que es la “opción”, el camino a seguir y no es así.
Se trata además de un compromiso que permanentemente tiene que renovarse, por la dinámica y por los cambios que se van produciendo en la sociedad paraguaya. Somos cada vez más conscientes de nuestros derechos, vamos cambiando cada vez más, con cada paso que damos, nos damos cuenta de que estas viejas prácticas, que se dan -como dijimos- dentro de todos los partidos políticos (oficialismo y oposición), es lo que debemos cambiar.
Solo así se puede ir construyendo ciudadanía y cambiando la forma en que los dirigentes hacen política y manejan sus partidos. Por eso, hay que apostar a nuevas formas de hacer política, a gente nueva a candidaturas nuevas, esa es la esperanza. Ojalá en las próximas elecciones se presenten nuevas opciones.