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Este tipo de sometimiento denigra de sobremanera a las personas, al punto de humillarlas por completo, pues impiden que utilicen el don más preciado del ser humano, cual es la libertad.
El director de la XVII Región Sanitaria Alto Paraguay, doctor Giovanni Gallagher, quien además ocupa la dirección del Hospital Regional de Fuerte Olimpo, fue señalado por un grupo de personal de blanco de la zona de realizar la actividad de operador político para el sector del oficialismo colorado.
Los funcionarios lo acusan de utilizar la presión para exigir la participación de los encuentros políticos partidarios en apoyo a los candidatos del mencionado sector. El médico, por supuesto, lo niega rotundamente. Menciona que solo se trata de invitaciones descartando la acusación de la presión.
Sin embargo, el galeno se olvida que ocupa dos altos cargos y que el subalterno, al recibir una “invitación”, como él dice, por supuesto que no se detendrá a pensar dos veces si acude o no e ira de manera inmediata por temor a perder su puesto de trabajo, esto atendiendo los muchos casos que se dan últimamente en este sentido.
Estas prácticas retrógradas no deben darse en ninguna institución pública y mucho menos en áreas tan sensibles como la salud y la educación. Lastimosamente las personas que llegan a ocupar altos cargos en estos lugares, en la mayoría de los casos, lo hacen con acompañamiento de padrinos políticos y no por méritos propios.
Es por eso que actúan de la misma manera, sin que les importe la dignidad de las personas. Solo piensan en sus intereses, en sus privilegios y en perpetuarse en sus cargos.