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La corrupción genera costos substanciales. Socava el Estado de Derecho, restringe el crecimiento económico, debilita la seguridad y erosiona la confianza pública. Desvía recursos limitados de vitales inversiones públicas en infraestructura, salud y educación, y priva a los individuos de la oportunidad de obtener una mejor vida tanto para ellos como para sus familias. La corrupción desalienta la inversión y destruye la confianza pública, las cuales son esenciales para el desarrollo de cualquier nación.
Los sujetos corruptos abusan de los procesos políticos y regulatorios. Doblan o rompen las reglas para su propio enriquecimiento. Las estrategias que emplean no están limitadas por la ley, sino por su propia imaginación, recursos y sentido de la moral. Los corruptos quedan impunes, a pesar del daño que sus crímenes infligen a sus conciudadanos. Esta falta de justicia es una injusticia para todos.
Uno de los mejores antídotos en contra de la corrupción es la transparencia. Desde la implementación de la Ley de Acceso a la Información de Paraguay del 2014, se han presentado más de 45.000 solicitudes de acceso a esta ley FOIA - Freedom of Information Act, por sus siglas en inglés. El Gobierno paraguayo ha desarrollado portales de datos abiertos y ha implementado una transparencia activa que permite a los ciudadanos, periodistas e investigadores académicos acceder a información pública relacionada con la ejecución presupuestaria, salarios e informes de desempeño.
En cuanto a la impunidad, en el año 2020, la Corte Suprema de Justicia de Paraguay implementó una nueva jurisdicción para los delitos económicos, de corrupción y crimen organizado, asignando jueces y tribunales específicos y definiendo los alcances de competencias y procedimientos. Como resultado, el sistema judicial paraguayo ha logrado varios fallos y condenas en casos de corrupción de alta complejidad, como el caso González Daher.
La salud de Paraguay depende no solamente de una sola persona o un partido político, sino de la voluntad del pueblo para combatir la corrupción. El éxito de los esfuerzos en materia de anticorrupción depende de la participación de todos los segmentos de la sociedad. El garantizar que todos los ciudadanos, independientemente de su condición pública o privada, puedan denunciar la corrupción y participar en el proceso de responsabilizar a las autoridades por sus actos es fundamental.
Estados Unidos continuará apoyando los esfuerzos en anticorrupción de los paraguayos. Continuaremos apoyando la transparencia, la rendición de cuentas y la eficacia, particularmente en el sector judicial. Continuaremos asistiendo en la implementación del Plan Nacional de Integridad, Transparencia y Anticorrupción 2021-2025 de la Secretaría Nacional de Anticorrupción (Senac). Continuaremos designando públicamente a funcionarios significativamente corruptos como no elegibles para ingresar a los Estados Unidos.
Como ha dicho el Presidente Biden, “Combatir la corrupción no es solamente un buen gobierno. Es defensa propia. Es patriotismo”. En un país ‘donde reinan unión e igualdad’, los paraguayos pueden romper el cetro de la impunidad y trozar a la corrupción.
* Encargado de Negocios a.i., Embajada de los EE.UU. de América en Paraguay.