En una declaración, el grupo comunitario SouthingtonSOS dijo que había “suficiente evidencia” de que los videojuegos violentos y otros medios están contribuyendo a “aumentar la agresividad, el miedo y la ansiedad” .
Remarcó, sin embargo, que la iniciativa no pretende insinuar que la matanza de 20 niños y seis maestros en la escuela primaria Sandy Hook en Newtown, Conecticut, se produjo a causa de los videojuegos violentos.
El tirador, Adam Lanza, de 20 años, también asesinó a su madre -dueña del rifle semi-automático que utilizó para la masacre- antes de atacar la escuela y luego quitarse la vida en una de las peores matanzas en la historia de Estados Unidos.
Luego del episodio, varias comunidades estadounidenses han organizado puestos de devolución de armas a cambio de dinero. Pero al mismo tiempo, los vendedores señalan que ha habido una estampida en la compra de armamento, por parte de aquéllos que temen un endurecimiento de la legislación sobre el porte de armas en un futuro próximo.
SouthingtonSOS, una organización de la sociedad civil fundada luego de la tragedia de Newtown, señaló que “los videojuegos violentos que sean devueltos se destruirán y serán ubicados en el contenedor local de basura para su correcto desecho” .