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A toda costa quiere convencerle a la ciudadanía que su administración “está en orden” pero no responde a la pregunta que ahora todo el país le hace y no solo los asuncenos: ¿Dónde están los G. 500.000 millones?
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Hasta teatralizó con lágrimas su explicación.
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En realidad los que están llorando son los contribuyentes de Asunción que pagarán hasta el 2035 la deuda por obras no encontradas. Si se confirma lo que investiga la Fiscalía: la supuesta lesión de confianza y el desvío del dinero, no merecen perdón.
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Al cuate y asesor de “Re-Necho”, el imputado Wilfrido Cáceres, le están encontrando cada vez más propiedades. En Ñemby, un edificio a todo dar con detalles arquitectónicos finos. Aquí cabe de vuelta la pregunta: ¿De dónde sacó la plata?
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Si lo de “Re-Necho” está unido a lo de Wilfrido, hay que aplicar la expectativa más alta para que sirva de ejemplo a los administradores públicos.
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Santítere ordenó a los médicos del sector público que receten solo los medicamentos que están en stock de la farmacia del Incan. Igualmente prohíbe solicitar estudios médicos externos.
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Si a esto le llama vamos a estar mejor, dejaité nomás. Evidentemente que su famoso videíto luego de visitar un hospital nacional fue pura actuación.
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No vemos nada “histórico” en la administración de salud como repiten a cada rato. Es más, la situación empeora y ahora hasta le prohíben a los médicos recetar ciertos medicamentos. Lo único que falta es que Santítere nos diga de qué podemos enfermarnos y de qué no.
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Pero aquí no termina la cosa. El clan cartista convocó para este lunes una sesión extra del Senado para estudiar (ergo: aprobar) el proyecto de ley que busca controlar el dinero que manejan las ONG.
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La idea de controlar recursos públicos es plausible, pero las ONG sostienen que se busca censurar.