La economía paraguaya se enfrenta a un 2025 marcado por un entorno internacional complejo. En palabras del economista y exministro de Hacienda, César Barreto, “el segundo mandato de Trump con su enfoque mercantilista al comercio internacional es el capítulo que veremos iniciarse este año 2025″. Según Barreto, las políticas anunciadas por el Gobierno estadounidense incluyen “aranceles generales a la importación del 10 al 20%” y medidas específicas contra países con los que Estados Unidos mantiene déficits comerciales importantes, como China, México y Canadá.
Aunque la relación comercial directa de Paraguay con Estados Unidos es relativamente pequeña, estos cambios podrían afectar indirectamente los flujos de comercio mundial y, por ende, la dinámica de precios de commodities relevantes para el país. Asimismo, el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París supone un debilitamiento de las políticas de mitigación del cambio climático, lo que influirá en el desarrollo de energías renovables a nivel global.
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A nivel regional, Barreto señala que “la consolidación de la política de estabilización de la Argentina nos puede dar un impulso” y que la reciente estabilización del real brasileño en torno a los 6 reales por dólar es positiva para la maquila y la exportación de bienes industriales. Sin embargo, el factor clave para 2025 está relacionado con la producción de soja: “Si la cosecha alcanza por lo menos 9 o 9,5 millones de toneladas, el impacto en el resto de la economía será relativamente moderado”.
En cuanto a los sectores líderes, Barreto considera que no habrá grandes cambios en la estructura del comercio exterior. “Si bien el complejo sojero puede sufrir por efecto de la sequía, seguirá liderando el ingreso de divisas, seguido de la carne, los cereales y la maquila de exportación cuyo valor ha superado los US$ 1.000 millones anuales”, enfatiza. A mediano plazo, el país podría sumar la fibra de celulosa a su portafolio de exportaciones, siempre que se concreten los proyectos en proceso.
![Según Barreto, las políticas anunciadas por el Gobierno estadounidense incluyen “aranceles generales a la importación del 10 al 20%".](https://www.abc.com.py/resizer/v2/PQV36UBBYFEBLLTQCQZZY74GVU.jpg?auth=89e6e6fdb537c63c31a9e0039bf37da221019e70152ebadb611e0b50d6cb85d3&width=770&smart=true)
El rol del Mercosur
La posición de Paraguay en el Mercosur cobra una importancia significativa en este contexto. Según Barreto, “el Mercosur es un acuerdo muy importante para nuestro país” porque ofrece oportunidades de integración industrial con Brasil y Argentina. El exministro explica que el país “ha logrado desarrollar un perfil muy claro dentro del bloque: somos competitivos como centro de procesamiento industrial para algunos sectores intensivos en energía, capital o mano de obra”.
La maquila, especialmente en autopartes, plásticos y confecciones, es prueba de ese perfil. Sin embargo, los avances en materia de modernización del Mercosur se han visto frenados por diferencias políticas entre los principales socios. Con Brasil representando alrededor del 80% del bloque, la agenda tiende a estar impulsada más por intereses geopolíticos que estrictamente económicos, mientras que países como Paraguay necesitan un mercado ampliado para impulsar su desarrollo.
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Una eventual modernización podría incluir mecanismos de mayor flexibilidad, como un “waiver o excepciones” que permitan negociaciones bilaterales en caso de que un acuerdo completo no sea factible para todos. Al mismo tiempo, Barreto subraya que “para negociar con bloques grandes como la Unión Europea, es mejor para todos negociar en conjunto, en particular para los países pequeños”. La clave, por lo tanto, radica en un mayor pragmatismo y en la capacidad de Paraguay de aprovechar la cercanía con sus principales socios sin perder autonomía en sus políticas de comercio exterior.
![Según Barreto, “el Mercosur es un acuerdo muy importante para nuestro país”.](https://www.abc.com.py/resizer/v2/M2CE3B77F5CEPL26Z6UN5VCWH4.jpg?auth=64036d682970b4516ec9da3bc05a2160ae634369c313028d26e2ab6b9c14375e&width=770&smart=true)
Relación con Estados Unidos
Paraguay mantiene un vínculo comercial modesto con Estados Unidos. Según Barreto, “en algunas expresiones muy particulares, Trump dijo que EE.UU. no necesita a Sudamérica, por lo cual no es estratégico para su gobierno”. Además, la visión actual de la Casa Blanca se centra más en repatriar industrias desde China hacia territorio estadounidense, lo que choca con la perspectiva de muchos países latinoamericanos que buscan integrarse en cadenas de valor regionales (nearshoring) o forjar alianzas comerciales (friendshoring).
No obstante, el economista señala posibles oportunidades: “Tal vez haya oportunidades para integrarnos al desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) a través de la instalación de data centers”, aprovechando la energía abundante de Paraguay y su potencial en energías renovables, incluyendo la solar. Para ello, el país debe mejorar su seguridad jurídica, la infraestructura energética y la formación de capital humano.
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En el plano político, Barreto cree que Paraguay “seguirá siendo un aliado de EE.UU. en el escenario internacional” y que esto conlleva ciertos costos que deben ser compensados adecuadamente. Además, el acceso al mercado de capitales de Nueva York resulta fundamental para el financiamiento de proyectos, tanto públicos como privados. En conjunto, la relación con Estados Unidos podría verse influida por la visión más aislacionista de Washington, pero también podría abrirse un espacio para acuerdos puntuales.
Relación con Taiwán y China
Hasta la fecha, Paraguay es el único país sudamericano que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán, lo cual limita la posibilidad de exportar directamente a China. Barreto reconoce que “el no poder exportar directamente a China tiene sus costos porque reduce las opciones de clientes disponibles para nuestros productos”. Esto afecta, en especial, a la soja, la carne y otros rubros agroindustriales que podrían encontrar en el gigante asiático un mercado de gran volumen.
Aun así, la posición oficial del Gobierno paraguayo es directa: “El presidente Peña ha dejado en claro que mantendrá la estrecha relación histórica con Taiwán”. Para compensar esta limitación, el país ha profundizado acuerdos de cooperación con la isla, lo que ha abierto el mercado para la carne vacuna, porcina y otros productos, aunque aún en volúmenes reducidos.
Otro factor clave es la posibilidad de acceder a otros mercados asiáticos, como Corea del Sur y Japón, que comparten valores y podrían ofrecer mayores oportunidades de exportación. Barreto considera que estos destinos podrían “compensar en gran parte los costos de no exportar a China” y permitir un crecimiento sostenible de los sectores agroindustriales.
![César Barreto, economista y exministro de Hacienda.](https://www.abc.com.py/resizer/v2/UDDFIDUB6NAZ3AAZ6Y32U442WQ.jpg?auth=f0b329c35d73b9ed1f454d0e5851ce2fd92983f382ea4878b396456e14cdacea&width=770&smart=true)
Estrategia y competitividad
La competitividad de Paraguay se sustenta en algunos pilares, como la energía abundante, el régimen fiscal atractivo y el éxito de la maquila en la última década. Sin embargo, se requiere una mejora continua de la infraestructura logística para sostener esa competitividad, sobre todo ante la mediterraneidad del país. Barreto destaca que “el transporte fluvial es un mitigante muy importante” de la falta de salida al mar, pero los factores climáticos pueden incrementar costos y tiempos de forma significativa.
Para fortalecer la logística, recomienda “garantizar el dragado y la navegabilidad” de los ríos Paraguay y Paraná, además de impulsar proyectos ferroviarios con Brasil y Argentina. Asimismo, la construcción de puentes estratégicos, como el que unirá Pilar con Resistencia, o la habilitación del segundo puente entre Foz de Yguazú y Presidente Franco, ayudarían a agilizar el tránsito de bienes y personas.
En cuanto a la política fiscal, Barreto señala que “es una de nuestras principales fortalezas, con bajos impuestos generales y regímenes de incentivos como la ley 60/90 y la ley de maquila”. No obstante, el marco laboral requiere modernización, sobre todo frente a las reformas que han flexibilizado las relaciones de trabajo en Brasil y Argentina. Ajustes como la “eliminación de la estabilidad especial a los 10 años” o la reducción de plazos de preaviso y vacaciones podrían, en su opinión, mejorar la competitividad empresarial sin sacrificar la protección de los trabajadores más vulnerables.
Comercio sostenible
Por otra parte, la sostenibilidad ambiental se ha convertido en un factor cada vez más relevante para el acceso a mercados internacionales. Aunque la decisión de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de París pueda restarle impulso global a la agenda verde, la Unión Europea mantiene su compromiso. Barreto menciona que “la Regulación 1.115, cuya entrada en vigencia se postergó para 2026″, afectará de manera indirecta las exportaciones de soja paraguaya a Europa, ya que la mayor parte es procesada en Argentina.
Esto plantea un desafío: cumplir con los estándares europeos para acceder a ese mercado o reorientar la producción hacia otros destinos, teniendo en cuenta que vender directamente a China no es una opción viable. Aun así, Barreto opina que Paraguay debería “apuntar a alta calidad y no volumen”, asumiendo los estándares de los mercados más exigentes, sobre todo porque la competencia basada solo en volumen no es sostenible para un país pequeño.
Geopolítica y oportunidades
La geopolítica global se ha reconfigurado con el regreso de Trump a la Casa Blanca. Sus políticas arancelarias y su enfoque aislacionista limitan las estrategias de nearshoring y friendshoring que varios países latinoamericanos buscaban aprovechar. “En algunos países puede ser el litio, en nuestro caso, podríamos insertarnos en la cadena de suministros del desarrollo de la inteligencia artificial”, explica Barreto, enfatizando la disponibilidad de energía limpia y la posibilidad de desarrollar energía solar de manera competitiva.
Por otro lado, la concreción del Acuerdo de Libre Comercio (ALC) entre la Unión Europea y el Mercosur podría crear oportunidades para nuevos productos, especialmente biocombustibles y combustibles renovables. Esto ampliaría las opciones de inversión y generación de empleo, fortaleciendo la competitividad paraguaya en una economía cada vez más interconectada.
Visión a futuro
El sector privado juega un papel central en la expansión de la agenda comercial de Paraguay. Barreto destaca que muchas empresas nacionales han adquirido “una vocación exportadora” como resultado de la limitación del mercado interno, lo que impulsa su desarrollo y diversificación. Esta orientación al exterior debe permear en toda la economía, incluso en sectores que operan principalmente en el mercado local, pues su crecimiento depende de la generación de divisas y empleos provenientes de la exportación.
En cuanto a las políticas públicas, Barreto recomienda desarrollar estrategias de Estado de largo plazo que incluyan mejoras en la educación, seguridad jurídica y logística, así como la ampliación de acuerdos comerciales globales que faciliten el ingreso de productos y servicios paraguayos a nuevos mercados. “Estas políticas públicas mejorarán continuamente la posición competitiva de nuestro país en el mundo”, menciona y remarca la importancia de la colaboración entre Gobierno y sector privado para sostener el crecimiento, la inversión y el bienestar de la población en los próximos años.