“Kuñataî”, la flor de cannabis industrial paraguaya, abrió ventana de exportación por US$ 6 millones

La Cámara de Cannabis Industrial del Paraguay (CCIP) celebró el primer envío a Suiza de “kuñataî”, la flor de cannabis industrial paraguaya, que es fruto de cultivares registrados por el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave). Se abrió así una ventana de exportación de cuatro toneladas por US$ seis millones para el mercado europeo.

“Kuñatai”, flor de cannabis industrial paraguaya
La variedad femenina “kuñatai” se cultiva desde el año pasado por medio de la agricultura familiar campesina y se exportará ahora a Suiza.

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La Cámara de Cannabis Industrial del Paraguay (CCIP) calificó como un “hito” el envío a Suiza de “kuñataî”, la flor de cannabis industrial paraguaya, cuya denominación tiene origen en la primera variedad “femenina” de la planta en obtener el sello de cultivar registrado por el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave). Según explicó Marcelo Demp, presidente del gremio, el “importante paso” se dio gracias a un trabajo coordinado entre el sector público y el privado.

“Tienen alta concentración de tricomas y terpenos, cristales de esta genética particular, que se extraen en el mercado recreativo para generar un consumo de uso adulto, muy requerido a nivel internacional”, explicó Demp en conversación con ABC.

Detalló que la variedad femenina “kuñataî” se cultiva desde el año pasado por medio de la agricultura familiar campesina, en un trabajo permanente con el Senave, que posteriormente permitió el envío de muestras para conquistar el mercado suizo. Así, destacó que se logró un contrato puntual para la exportación de cuatro toneladas, por valor de US$ 6 millones, que se puede ampliar.

“La empresa en Suiza quiere comprar cuatro toneladas anuales, aunque inicialmente se estableció un contrato de 12 meses. Paraguay atravesó satisfactoriamente todas las validaciones y la operación está iniciándose inmediatamente. Habrá un plan de cultivo debido a que tenemos que crecer en volúmenes de producción para atender esta demanda”, indicó.

La CCIP también está monitoreando a otros potenciales clientes en el mismo mercado y tiene en la mira a otras 23 empresas, que también estarían interesadas en las flores paraguayas de cannabis industrializado.

Inicio de la operativa

El gremio de cannabis industrial apunta a iniciar en febrero el cultivo para atender la nueva demanda del cliente suizo, mientras que las primeras exportaciones hacia este destino se harán con base en el stock disponible de cosecha.

Actualmente, de manera legal y con los registros correspondientes, se está cultivando cannabis para la industrialización en 14 de los 17 departamentos del país, mencionó Demp. “Para cumplir con el contrato de Suiza, se trabajará con productores de Nueva Italia, Areguá, Iruña y Hernandarias”, agregó.

Dijo además que próximamente se podrían concretar otros envíos, con la misma modalidad, a Alemania y otros compradores en Europa. Explicó que a nivel internacional no solo están demandando flores con “cannabinoide” (CBN), tal como “kuñataî”, sino también productos con tetrahidrocannabinol (THC) o el compuesto con mayores propiedades psicoactivas de la planta, cuya elaboración requerirá de una reforma de la norma vigente en el país.

Proyecto de ley se analiza en el Congreso

El gremio trabaja con el Ministerio de Industria y Comercio (MIC), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y otras instituciones estatales para proponer cambios a la normativa vigente sobre la utilización de cannabis. Según lo informado, se busca, entre varios aspectos, suprimir el límite permitido de THC (compuesto con propiedades psicoactivas), actualmente fijado en 0,5%.

El proyecto ingresó para su análisis a la comisión de Lucha contra el Narcotráfico en el Senado y la Cámara de Cannabis Industrial aguarda que en el 2025, finalmente, trate en sesión plenaria y se convierta en ley.

Más allá de las ganancias, la reforma permitiría reducir la criminalidad y el fomento de una producción e industrialización del cannabis con fiscalización y control, a través de dispensarios autorizados, que garanticen el acceso seguro y legal a productos terminados, según Marcelo Demp.

Dijo también que apuntan a generar un triple impacto: social, económico y ambiental. “No se trata de liberar el consumo, todo lo contrario, se busca fiscalizarlo. Así, se produce para industrias con licencia y se genera valor agregado para la exportación. En recaudación de tributos, se pueden generar ganancias importantes, aplicando hasta 18% del Impuesto Selectivo al Consumo, al igual que el tabaco y el alcohol”, añadió.

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