El grado de inversión es un logro que conlleva nuevos desafíos

Si bien la calificación otorgada a Paraguay refleja estabilidad macroeconómica y gestión fiscal sólida, abriendo puertas a financiamiento más competitivo y nuevos inversionistas, también plantea retos regulatorios e institucionales para maximizar su impacto en la inversión extranjera y el desarrollo económico.

La calificación se vincula de forma directa con el nivel de riesgo de la deuda soberana.
La calificación se vincula de forma directa con el nivel de riesgo de la deuda soberana.

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La calificación de grado de inversión es un hito histórico para nuestro país, ya que posiciona al Paraguay en un sitial privilegiado dentro del mercado financiero internacional. Este rating crediticio Baa3 o su equivalente BBB- ha sido el resultado de un largo proceso que se viene realizando en nuestro país, producto de un esfuerzo combinado entre el sector público y privado.

En efecto, según el informe de Moody’s, la mejora de la calificación está fundamentada en una combinación de factores, incluyendo el crecimiento económico sostenido, la resiliencia a shocks externos y las reformas institucionales realizadas por el Gobierno. Otros factores importantes mencionados en dicho informe son la estabilidad macroeconómica y la fortaleza de la gestión fiscal.

Cabe señalar, que la calificación del grado de inversión se vincula de forma directa con el nivel de riesgo de la deuda soberana, lo que a su vez se relaciona con la prima de riesgo de dicha deuda. Es decir, que la consecuencia directa del grado de inversión, debería ser la disminución de la prima de riesgo de los bonos soberanos, lo que podrá derivar en menores tasas de interés y plazos más largos de los bonos. Por tanto, se podría esperar una mayor demanda de los bonos soberanos a mayor plazo y a menor tasa, mediante el acceso a nuevos inversionistas institucionales con un perfil de riesgo más conservador.

Asimismo, aunque el grado de inversión no está vinculado directamente con la inversión extranjera, ya que esta última se relaciona más bien con otros factores, como la eficiencia y competitividad de los mercados, la eficacia y transparencia de los reguladores, la seguridad jurídica, el nivel de infraestructura y las políticas públicas, será fundamental que esta calificación pueda estar acompañada de una serie de nuevas regulaciones, para potenciar y capitalizar los efectos del grado de inversión hacia un mayor volumen de inversión extranjera.

El capital extranjero busca seguridad y rentabilidad, para lo cual además del grado de inversión, se requiere una plataforma integral de inversión en el mercado local de capitales, mediante leyes y regulaciones que permitan a las empresas extranjeras y nacionales acceder a grandes volúmenes de financiamiento. La Ley vigente de APP (5.102/13) puede ejercer un rol importante, pero debería ajustarse y estar acompañada (reglamentada) de mecanismos de Project Finance, para que las empresas paraguayas puedan recibir inversión extranjera, para el financiamiento de proyectos de alto volumen como infraestructura, energía, industria y tecnología.

Finalmente, será muy importante que otras calificadoras como Standard & Poor’s y Fitch Ratings, puedan también mejorar la calificación del Paraguay hasta el grado de inversión, para que se consolide este indicador en el mercado financiero internacional. En efecto, recientemente Standard & Poor’s ha mejorado la tendencia a Positiva de la calificación de la deuda soberana del Paraguay, fundamentada en el crecimiento económico y la gestión de la política fiscal, siendo esto muy alentador, reflejando que a nivel de la macroeconomía y las finanzas públicas estamos transitando por el camino correcto.

*Presidente de la Calificadora de Riesgo Solventa&Riskmétrica.

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