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¿Cómo estaría Kodak si hubiese contado con una planificación estratégica que le hubiese ayudado a visualizar los cambios que acechaban?
Estamos transitando un entorno empresarial dinámico, competitivo y turbulento, en donde el cambio es la moneda común. Para hacer frente a esta realidad, las organizaciones deben contar con una planificación estratégica, esta es la herramienta indispensable para hacer frente a los cambios, garantizar la supervivencia y lograr un crecimiento sostenido y sostenible.
Un plan estratégico es el resultado del proceso de selección entre varias alternativas, que implica comprometerse con ciertos mercados y ciertas políticas; el mismo surge de la siguiente máxima “el que le quiere vender a todos no le vende a nadie”. Es así que la implementación de plan estratégico también implica renunciamientos.
Una estrategia empresarial efectiva se sustenta en un buen análisis FODA, que es el punto de partida, para identificar las fortalezas y debilidades y visualizar las oportunidades y amenazas de la empresa.
Posteriormente se determina la visión y misión, con la primera se define el futuro deseado y con la segunda se determina la razón de ser de la empresa. A paso seguido, se establecen los objetivos Smart, haciendo que las metas sean específicas, medibles, alcanzables, relevantes y contengan plazos determinados.
Una vez definidos los objetivos se establecen las estrategias para lograrlos y se fijan los indicadores clave de desempeño para hacer un seguimiento del progreso de los objetivos. Es necesario tener en claro que “lo que no se puede medir no se puede gestionar”.
Algunas estrategias empresariales que pueden ser implementadas para alcanzar los objetivos establecidos son:
- Desarrollo de nuevos mercados
- Desarrollo de nuevos productos
- Penetración de mercado
- Diversificación.
La estrategia empresarial es un elemento fundamental para el éxito de cualquier organización, y deben responder a dos preguntas: ¿cómo crecer?, y ¿cómo diferenciarse?
Muchas veces nos preguntamos por qué algunas empresas siempre parecen estar un paso adelante de sus competidores. En muchos casos la respuesta está en la planificación estratégica.
Esta herramienta empresarial, aparte de ayudar a tomar mejores decisiones, puede ayudar a responder las siguientes preguntas: ¿Quiénes son nuestros clientes? ¿Cómo podemos llegar? ¿Cómo vamos a ofrecer nuestros productos? ¿Qué beneficios vamos a ofrecer? Cuestionamientos y discusiones clave para lograr ventajas competitivas en un mercado dinámico, competitivo y volátil.