Sí se puede

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En este contexto, las historias empresariales trascienden como un vínculo esencial que conecta a las empresas con sus raíces: su propósito, sus logros, desafíos que enfrentaron y los hitos que las llevaron a consolidarse en el mercado.

Estas narrativas no solo inspiran y dejan sentado que sí se puede liderar y gestionar con éxito, también educan y fortalecen el ecosistema empresarial, motor del progreso del Paraguay.

ABC Negocios nace para difundir las historias aún no contadas de pequeñas, medianas y grandes empresas que, a pesar de las dificultades, se han convertido en pilares fundamentales para el crecimiento económico y social del país.

En un entorno, donde la falta de políticas públicas innovadoras y colaborativas, sumado a la burocracia excesiva y corrupción, ha fomentado la informalidad, el tejido empresarial paraguayo ha demostrado una resiliencia admirable.

Un Estado más activo

La industria representa aproximadamente el 20% del Producto Interno Bruto (PIB) y genera más de 1.16 millones de empleos. Sin embargo, el 64% de la economía permanece en la informalidad, lo que limita las oportunidades de crecimiento formal.

Paraguay tiene un déficit en infraestructura promedio de US$25 mil millones y la inversión pública representa únicamente el 2,5%, cuando la media regional es de aproximadamente entre el 5 y 6%.

Mariana Mazzucato, una de las pensadoras más influyentes sobre innovación, economista docente y autora del best seller, “El Estado emprendedor”, propone que la inversión del Estado debe desempeñar un papel activo en la economía. En lugar, únicamente de controlar y corregir fallos del mercado, Mazzucato propone que el Estado debe asumir riesgos y realizar inversiones que impulsen la innovación y el crecimiento económico para crear una economía más dinámica y sostenible.

Paraguay ha mantenido un crecimiento económico promedio del 3,6% anual en las últimas dos décadas. Sin embargo, no es suficiente y enfrenta amenazas, como la baja productividad laboral, la brecha entre la educación y la empresa, y la limitada diversificación de las exportaciones, que aún depende mayoritariamente de productos primarios.

Si bien, aspectos como la corrupción y la debilidad institucional siguen siendo grandes desafíos y un freno para la calificación positiva unánime de las grandes agencias calificadoras de riesgo, el sector productivo demostró en los últimos cinco años un alto nivel de resiliencia. Luego de una desaceleración económica en 2019, una pandemia y doble sequía desde el 2020, varias industrias han tenido que reinventarse y demostrar capacidad de adaptación.

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Dinámica de sectores

En este último año, el sector de servicios ha sido un motor clave en este crecimiento, con un incremento del 5,6% en el primer semestre del 2024. Este dinamismo abarca áreas como el comercio, los servicios financieros, el transporte y el turismo. Por otro lado, la industria en general también ha tenido un año positivo, registrando un crecimiento similar, impulsada por la producción de alimentos, bebidas, textiles y maquinaria. Estos sectores reflejan el compromiso de las empresas locales con la innovación y la excelencia.

Sin embargo, no todo ha sido sencillo para la economía paraguaya. Los sectores de electricidad y agua experimentaron una contracción del 3,7% en el primer semestre, debido a la disminución de la generación hidroeléctrica en Itaipú y Yacyretá, consecuencia de los bajos caudales del Río Paraná. Este obstáculo pone de manifiesto la importancia de diversificar las fuentes de energía y fortalecer las inversiones en infraestructura resiliente.

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Potencial de desarrollo

En términos de estabilidad macroeconómica, Paraguay ha mantenido una inflación controlada, con una variación anual del índice de precios al consumidor (IPC) en torno al 3,4%. Según el Banco Mundial (BM), de 2003 a 2023 la economía creció 3,6% anual en promedio, más rápido que muchos otros países en la región, lo que, además de la calificación de grado de inversión otorgada por Moody’s en julio, subraya la confianza internacional en la estabilidad económica del país.

Las empresas paraguayas han desempeñado un papel fundamental en este escenario de crecimiento. Sectores como el automotriz, la construcción y el financiero han destacado por su liderazgo y compromiso con la innovación. Muchas compañías han demostrado cómo la visión estratégica puede traducirse en éxitos tangibles en mercados competitivos.

Los agentes económicos han enfatizado la importancia de la estabilidad macroeconómica como una ventaja comparativa de Paraguay. Este entorno favorable no solo promueve la inversión extranjera, sino que también permite a las empresas locales expandir sus operaciones y fortalecer su presencia en el mercado regional. Además, la creciente digitalización y los avances en sostenibilidad están posicionando a las compañías paraguayas en el ámbito empresarial.

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Proyección al 2025

De cara al futuro, es crucial que Paraguay continúe diversificando su economía y fortaleciendo sus sectores estratégicos. La inversión en infraestructura, educación y tecnología será esencial para aumentar el ritmo de crecimiento y asegurar la competitividad del país en un contexto global cada vez más desafiante.

En este contexto, ABC Negocios se posiciona como una herramienta esencial para reflexionar sobre los logros y desafíos del entorno productivo nacional. Este espacio no solo busca reconocer los éxitos, sino también aprender de los errores para convertirlos en oportunidades.

En una sociedad libre, el debate y el intercambio de ideas son fundamentales para el crecimiento. Abrimos diálogos constructivos y reflexiones orientadas al bienestar común, reconociendo que las empresas no solo son generadoras de riqueza y empleo, sino también actores clave en la construcción de una nación más competitiva, equitativa y democrática.