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“Cualquiera pudo ser víctima de esas balas asesinas”, dijo a ABC Cardinal el jefe municipal, quien la noche del 31 de marzo estuvo presente en la sede del Partido Liberal durante el ataque de la Policía. “El atraco a la casa partidaria (...) evidente fue algo planificado, planeado, no fue como la versión oficial”.
Relató que los cascos azules entraron “disparando a mansalva” y que recibió tres balines de goma en aquella oportunidad. Contó que el ingreso de las fuerzas del orden se hizo de forma coordinada: mientras un grupo lo hizo por el frente, otros tres irrumpieron en simultáneo desde el estacionamiento.
Afirmó que aproximadamente fueron convocados policías suficientes -20 o más- como para arrestar a todos los que estaban adentro, alrededor de 50 personas. “Durante el asalto al PLRA, muchas mujeres fueron golpeadas. Fue una tortura psicológica, porque en todo momento repetían que tenían la orden de matarnos”.
A su criterio, se iba a plantar evidencias en contra de los liberales, como armas de fuego, para justificar los arrestos. “Lastimosamente, se tuvo que perder una vida. Cuando vieron que alguien estaba malherido, ellos se calmaron y en tres minutos huyeron”.
“Por la imagen que se visualiza, yo pude haber sido el muerto. Yo estaba en la línea de fuego”, expuso.