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Luis Rojas fue abordado sobre el destino que tendrá Hugo Portillo, actual “asesor” de la Senad, luego de que este renunciara como gerente del banco Amambay.
Aclaró que -a su entender- su decisión en la institución privada no repercute en el “aporte” que pudiera dar a la institución antidrogas.
“Renunció al banco al verse un poco envuelto él y su familia a esta mediatización. No es fácil lo que le toca vivir a él y su familia”, sostuvo, en contacto con la 780 AM.
El primer escándalo en que se vio envuelto Portillo saltó luego de descubrirse que se fungía de “agente especial” de la Senad e incluso llegó a participar en el campo durante un operativo contra el EPP.
Posteriormente, su nombre volvió a mencionarse en el caso VIP Security, entidad que contrajo millonarias deudas que luego no pudo saldar.
Se menciona que incluso agentes de la Senad allanaron el local de la firma privada, de donde se alzaron con armas y otros bienes, a fin de satisfacer las acreencias de Portillo.
Rojas indicó que optará por guardar un “respetuoso silencio” en lo referente a las numerosas críticas hacia la figura del “asesor ad honórem”.
Consideró que la mediatización del programa -mediante el cual se permitió la participación de Portillo en los operativos de la Senad- puso en riesgo la integridad de muchas personas.
“Yo lo condecoraría a él y a todos los integrantes que colaboraron de manera callada”, sostuvo.
Insistió en que “estamos preocupados por los integrantes del programa (de asesores 'ad honórem' en la Senad)”.
“El programa se vio tremendamente afectado porque esto tomó estado público, sobre todo en la moral de la gente que lo integra”, aseveró.
Aseguró que gracias a los “agentes especiales” se logró un golpe al narcotráfico de unos US$ 800 millones.
“Imagínense cómo quedan expuestos estos señores ante esta gente perjudicada por los operativos”, manifestó.