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El contratista Heisecke vuelve a una medida exclusivamente provisional y de impacto de corto tiempo, llenando baches y grandes cráteres con una mezcla de piedras. El relleno, que ni siquiera está bien aplanado con máquina, es un alivio para los vehículos de muy corto tiempo. El intenso tráfico que soporta la Transchaco y con la primera lluvia estas piedras vuelan a algún lado.
Estos trabajos, el contratista los realiza desde ayer principalmente en la zona entre Villa Choferes del Chaco y Cruce Toledo (km 450–475). Existen otros trayectos en pésimo estado, como una gran parte del tramo antes de llegar a la ciudad de Mariscal Estigarribia, como así también en parte los accesos asfaltados a los centros urbanos del Chaco Central, sobre todo hacia Filadelfia; además, casi toda la zona de la Transchaco en el municipio de Tte. Irala Fernández.
El contratista se está preparando para retirarse el próximo mes. Fuentes de la empresa indicaron que ya cumplieron con el contrato, aunque no solamente existen innumerables baches y cráteres.
Una vez que el contratista se retira, la Transchaco queda “huérfana”, sin atención, mientras que cada día aparecen nuevos baches, que ponen en peligro una transitabilidad básica de esta vital ruta, hasta que realmente sea reconstruida. Su reconstrucción, el gobierno saliente ha prometido durante todos los últimos cinco años, sin iniciar las obras.