Vuelven peleas internas a comuna mariscaleña

MARISCAL ESTIGARRIBIA. Vuelven las peleas internas a esta comuna después de que muchos ciudadanos, inclusive el Vicariato Apostólico del Pilcomayo en su momento, lucharon para que haya menos riñas y más gestión para el distrito.

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Vuelven las peleas internas a esta comuna con una denuncia del concejal Eduardo Martínez (FG, candidato a gobernador) contra la reelección de la concejal Carolina González (PEN) como presidenta de la junta municipal, el lunes 27 de noviembre.

Martínez dijo que se había acordado entre los concejales no renovar la mesa directiva este día por participar algunos concejales de una clausura escolar en Pedro P. Peña. Sin embargo, a pedido de cuatro concejales (César González, PEN; Nelson Cano, Unace; Mario Rojas, ANR; Nelson Brizuela, PQ, y Armin Barg, ANR), unos 40 minutos antes de la sesión se procedió a la elección, violando el reglamento interno, según Martínez.

Responsabiliza del hecho directamente al secretario general de la comuna, Carlos Mendoza, acusándole de manejar a varios concejales.

El jueves pasado, Martínez y los concejales colorados Vidal Campuzano, Lucio Irala y Rodrigo Ibáñez pidieron la nulidad de la renovación de la mesa directiva. Martínez sorprendió con otra grave denuncia de sobrefacturación en una reciente contratación por excepción de un camión cisterna, adquirido por G. 620 millones, cuando el precio sería de solo  G. 550 millones. De este hecho tambien acusó a Carlos Mendoza “quien maneja todo, porque el intendente le da su confianza”.

Mendoza, a su vez, se mostró sorprendido por las acusaciones, que vendrían “de la nada y muy fuertes”. Señaló que el vehículo adquirido tiene varias funciones (cisterna, camión bombero, lavadora de máquinas viales, sistema de regado de calles y remolque para maquinaria) y todos los documentos estarían sobre la mesa.

Rechazó que tenga injerencia en asuntos de la junta y “hasta me parece una burla para la propia junta que un secretario del intendente tenga que manejar la voluntad de los concejales electos por el voto popular”.

Despues de una larga lucha de buena parte de la ciudadanía local, que contó en su momento inclusive con el apoyo, en persona, del obispo del Vicariato Apostólico del Pilcomayo (VAP), Mons. Lucio Alfert, para despojarse de autoridades anteriores acusadas de lesión de confianza, vuelven las suspicacias internas a esta comuna. La diferencia consiste en que los reproches hasta ahora no apuntan directamente al actual intendente Elmer Vogt (PQ), sino que son repartidos entre algunos concejales y funcionarios.

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