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La leche materna es el único alimento que el bebé necesita de manera exclusiva en los primeros seis meses de vida desde su nacimiento. Por su composición especial, previene enfermedades, entre ellos resfríos y alergias. Por lo que el Ministerio de Salud recomienda no abandonar la lactancia por motivos laborales.
El ente público afirma que el amamantamiento y el trabajo son viables, a través de la extracción de la leche en forma manual o con un sacaleches. Entonces la persona que queda a cargo de la criatura podrá alimentarla a través del biberón.
Lo que aconsejan los profesionales de la salud es que la madre se extraiga la leche ya un tiempo antes de retornar a su rutina laboral, además de tratar que el bebé se acostumbre a la taza, cucharita o vaso.
Para extraerse el alimento natural es necesario lavarse correctamente las manos: con agua y jabón, presionar los pezones para que salga la leche y recogerla en un recipiente con boca ancha ya desinfectado.
Es recomendable guardarla en un frasco de vidrio bien tapado y en un lugar fresco. Puede servir hasta dos días dentro de la heladera y dos semanas en el congelador del refrigerador. Para alimentar al bebé, se debe calentar la leche en baño María.
Para dar al bebé el alimento líquido extraído es aconsejable no usar biberón para evitar infecciones, diarreas, caries y deformaciones en el paladar o los dientes, por lo que son preferibles las cucharitas, vasos, tazas o cuentagotas bien limpios.