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El empresario lamentó que nuevamente una familia de trabajadores sea víctima de un secuestro y más aún con la certeza de que no dispone de los US$ 500.000 que exigieron los captores. Sobre ese punto, Favero recordó que han tenido una mala cosecha el año pasado y aún no pagaron por unas tierras que el sojero vendió a los colonos. “Cuando se dijo que no tienen dinero es porque tienen razón”, enfatizó el empresario agrícola.
Favero sostuvo que, si bien está ajeno a las cuestiones políticas, como propietario de varios silos en la zona puede afirmar que en la actualidad trabajar en el Norte es similar a hacerlo entre barriles de pólvora, con total incertidumbre, puesto que los criminales que aseguran defender al pueblo finalmente lo convierten en su víctima. Prueba de ello ha sido que la mayor parte de las víctimas de secuestros y homicidios fueron personas humildes, policías y militares. “Así no se estabiliza un país rico por su calidad de la tierra; no consigo entender qué les motiva. Esto no puede seguir así; quieren desestabilizar y terminan perjudicando a sus propios familiares”, manifestó Favero.
El propio empresario admitió que su nombre figura como objetivo de los secuestradores del EPP, por lo que ha resuelto no acudir más a sus propiedades hace ya varios años. Por otro lado, considera que el Gobierno tiene las herramientas necesarias para dar el máximo esfuerzo a fin de llevar tranquilidad a esa zona del país. Favero participó de la inauguración de una planta frigorífica en el barrio Salado de Limpio, evento que contó con la presencia del presidente Horacio Cartes.