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El mayor Alfredo Ramírez, vocero de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), informó en entrevista con radio Canal 100 que el detenido residía en la ciudad de Rosario (Argentina), junto con su concubina Francisca Romero Benítez (29) y un hijo, además de hermanos y otros parientes, como un migrante más en el vecino país. A pesar de que pareciera que la “normalidad” rodeaba a Acosta Zacarías, el vocero de la FTC aseguró que “desde hacía tiempo se lo tenía en la mira”.
De hecho, su aprehensión se logró gracias “una operación conjunta con la Policía argentina”. El hombre, de alias “Chivé”, fue detenido por los agentes argentinos al salir de la casa que habitaba. El operativo se desarrolló a exactamente 1.415 kilómetros (por tierra) de la casa donde vivía en Paraguay, específicamente en el asentamiento campesino Núcleo 6 de la localidad de Arroyito, distrito de Horqueta (departamento de Concepción), uno de los principales bastiones de las bandas armadas EPP y ACA.
Acosta Zacarías empezó a ser buscado el 5 de diciembre de 2012, cuando fue identificado como uno de los miembros de la célula del EPP que se enfrentaron a balazos contra una patrulla de la Fuerza de Operaciones Policiales Especiales (FOPE) de la Policía en un monte de Arroyito, cerca de la propiedad de su reclutador y ahora convertido en el fusilero más veterano del EPP: el fugitivo Lucio Silva.
El 8 de agosto de 2013, la Policía allanó por segunda vez la casa de “Chivé”, en el asentamiento Núcleo, pero Beato Acosta Zacarías confirmó a los agentes que su hermano menor había huido con el primer anillo del EPP. Un mes después, el 12 de setiembre, el Gobierno ofreció G. 100 millones de recompensa por la cabeza de “Chivé”, monto que seguía vigente hasta ayer. Luego se consiguió material fílmico en que se ve a Acosta Zacarias haciendo prácticas de tiro con miembros del ACA.
Según los registros migratorios, el criminal arrestado ayer ingresó por primera vez a la Argentina el 14 de mayo de 2013, cuando aún no tenía orden de captura internacional, pero no se sabe con certeza si regresó a Paraguay ni si después volvió clandestinamente al país vecino para reunirse con su familia. El Gobierno le atribuye una participación directa en el asesinato del teniente 1º del Ejército Mario Francisco Ávalos Cañete y del sargento 1º de la Fuerza Aérea César Antonio Fernández Carballo, el 8 de diciembre de 2013.