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Se trata de Víctor E.E., de 14 años, alias “Guata’i”; Óscar M.Z., de 17 años; Diego E. G., también de 17 años, y otro supuesto integrante que sería de la Chacarita. Todos estos viven atemorizando a los vecinos del barrio Republicano con la comisión de constantes asaltos e incluso actúan con violencia, informó el periodista Víctor Ruiz.
De acuerdo a denuncia de los lugareños, este grupo de delincuentes asaltó ayer a dos repartidores de agua, a quienes les despojaron de sus teléfonos celulares; igualmente, limpiadores de sanitarios móviles fueron víctimas, además de una mujer que caminaba por la zona.
Otro caso se produjo anoche, cuando un pastor fue hasta el lugar en compañía de su sobrino Juan Francisco Cristaldo. El predicador ingresó a la plaza Santa Librada en inmediaciones del Club Pablo Rojas. El joven quedó solo esperando a su tío y fue atacado por los menores. En su intento de defenderse, le provocaron un corte con arma blanca en el brazo.
Un joven identificado como Isaías D.A., que pasaba por la zona, vio lo que pasaba y fue a defender a Juan Cristaldo. También recibió una herida en el abdomen. Fue trasladado al ex Centro de Emergencias Médicas debido a su delicado estado de salud y permanece internado en el nosocomio.
Agentes policiales de la Comisaría 8ª Metropolitana lograron detener a Diego E.G., en tanto que los demás lograron escapar. Los vecinos, temerosos ante los asaltos, ya que son constantemente amenazados por los maleantes, se encontraban en la calle Teniente Desiderio Villalón portando machetillos para defenderse en caso de que sean atacados.
Este mismo grupo estuvo implicado en el enfrentamiento que tuvo lugar en este mismo vecindario, la madrugada del pasado viernes. Una turba de jóvenes se enfrentó a un grupo de uniformados, causando daños en dos patrulleras, un vehículo estacionado en la zona y a las cámaras del Sistema 911.
Los delincuentes juveniles fueron aprehendidos por los agentes de la Comisaría 8ª Metropolitana; sin embargo, una jueza ordenó la liberación inmediata de estos con varias condiciones como la restricción de estar por la calle en ciertos horarios, así como de portar armas e ingerir bebidas alcohólicas. A pesar de ello, siguen atemorizando.