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Según declararon los afectados, el colono de la estancia El Ciervo propiedad del Gral. Elvio Alonso, fue el primero en ser capturado por cuatro hombres que vestían uniformes camuflados, alrededor de las 12:30. El colono se encontraba con dos de sus hijos menores, uno de cinco y otro de ocho años, en el momento de encontrarse con los criminales.
Éste le manifestó a los epepistas que había paraguayos trabajando en la propiedad, por lo que aguardaron escondidos en un rincón cerca de un pequeño rancho, hasta alrededor de las 16:00, cuando se acercaron los cuatro trabajadores, encargados de manipular los tractores y las cierras.
“Yo iba a correr de ellos y me apuntaron con metralleta, uno de ellos gritó ‘ejukana chupe, ejukana chupe’ y dijeron que son del EPP, entonces me quedé y alcé mis manos y me fui junto a ellos. Los demás estaban todos acostados”, declaró una de las víctimas, visiblemente acongojado por lo sucedido.
Una vez que estaban a merced de los miembros del EPP, éstos les advirtieron que estaba prohibido deforestar, pues la selva era su hogar. Acto seguido, los marginales les dijeron “vayan y a agarren unas cuantas ropas porque vamos a quemar todo” y tras esto lo rociaron con combustible el rancho, al igual que dos tractores, motosierras, una motocicleta y un vehículo de la marca Volkswagen tipo Gol.
Posteriormente los ordenaron ponerse de pie, les entregaron los panfletos y los dejaron en libertad. Mientras corrían para alejarse, pudieron escuchar disparos de arma de fuego, según refirió el peón. “Nunca le vimos a los del EPP, nos asustamos luego cuando le vimos”.
Pese a la situación de peligro, la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) decidió no acudir al sitio por temor a una emboscada, y ya que no hubo heridos o secuestrados, esperarán hasta el amanecer para ir hasta la estancia.