Vendiendo billetes de lotería se recibió de radióloga

Una joven de 24 años, Mabel Cáceres, en un buen ejemplo de que cuando existe deseos de superación y fuerza de voluntad se pueden superar los obstáculos y lograr los objetivos. La joven logró terminar radiología, vendiendo billetes de lotería.

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ENCARNACIÓN. Mabel Cáceres logró terminar la carrera de licenciatura radiología e imagen, mediante su actividad diaria de vendedora de boletas de lotería en la vía pública.

Debo decir que no me fue fácil, sobre todo cuando me embaracé y tuve que dejar la universidad por un año para cuidar a mi hijo y por cuestiones económicas, sostiene la joven, quien se manifiesta satisfecha del esfuerzo, y agradecida con sus padres que la apoyan constantemente.

Mi papá (Cirilo Cáceres) también vende boletas de bingo, en el acceso al barrio Chaipé, sobre la ruta nacional VI. Él fue quien me sugirió que me ocupe de la venta de billetes de lotería, y con eso pude pagar las cuotas de la universidad, dijo la joven.

La carrera en la universidad -el Instituto Superior Avanzado- dura cuatro años, pero yo tardé un poco más porque tuve que abandonar durante el tiempo que duró mi embarazo y los primeros meses de mi hijo. La falta de dinero también fue un motivo para suspender, pero luego retomé sin problemas hasta su culminación, recuerda.

El padre de su hijo es un jugador de fútbol, vive en Asunción, y durante todo el tiempo que duró el embarazo hasta el nacimiento de su hijo estuvo presente y la acompañó.

El principal inconveniente que debió superar para llegar a la meta fue el económico. No es fácil para el hijo de un pobre estudiar en la universidad. Mi papá vende boletas de bingo y mi mamá se dedica a vender frutas y ensaladas de frutas desde hace 25 años, cerca de donde antiguamente estuvo la cancha del club Nacional, y ahora está el supermercado Superseis. Hasta ahora ella sigue allí.

Para cubrir sus estudios todos los días trabajaba hasta las tres de la tarde, su lugar de venta es la ruta 1 y avenida Ucrania (en el acceso al barrio Ka’aguy rory), haga frío o calor, sostuvo.

La joven continúa en su puesto de venta, a la espera de una oportunidad de incursionar en su profesión. Todavía no me puse a buscar trabajo de radióloga, un poco porque me da miedo rebotar, porque sé que para conseguir trabajo se requiere tener contactos, afirmó.

No obstante, dijo que se pondrá en campaña para enfrentar un nuevo desafío, que será buscar una oportunidad laboral en un campo distinto al de vender loterías en la calle. Mientras tanto, y dado que la necesidad apremia, seguirá con la tarea de vender la ilusión de hacerse millonario mediante un billete de lotería, con la onda positiva que la caracteriza.

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