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Eran cerca de las 07:30 de este viernes. Los alumnos de la escuela María Auxiliadora, de la villa homónima de la ciudad de Limpio, estaban entrando a clases. A lo lejos se escuchaba el sonido de un helicóptero sobrevolando la zona.
A unos 300 metros de la escuela, cerca de un predio de la urbanización Parque del Norte en el que existe una espesa vegetación, Antonio Ariel Núñez Duarte estaba iniciando sus tareas de la jornada, sacando bolsas de arena, cuando un sonido aturdidor le llamó la atención. “El ruido era muy fuerte. Hy'apu vai, un ruidazo hacía el motor”, contó en conversación con el corresponsal de ABC Color Juan Jara.
Una vez que localizó el origen del estruendo, don Antonio se encontró con que un helicóptero Robinson R 44 de la Policía estaba cayendo y se dirigía directo hacia él. “Cuando miré ya se enderezaba hacia mí, directo hacia mí”, relató. En ese momento se percató que el piloto le hacía un gesto con la mano, desesperadamente el oficial Marcos Agüero le estaba indicando que se apartara de ahí.
Tardó algunos segundos, quizás apenas fracciones, antes de poder moverse, consiguiendo retirarse de la trayectoria de impacto de la aeronave con lo justo. Sin embargo, ya escuchaba cómo las hélices tocaban las plantas que se encontraban en el lugar. “El piloto me hizo la seña de ‘salí de ahí’, pero no pude salir. Apenas conseguí salir y cuando salí, ya venía casi tocando las plantas”.
“Cuando llegó hacia acá venía de costado, venía cayendo, no venía derecho”, indicó. Don Antonio cree haber visto que la hélice trasera del helicóptero ya no rotaba cuando pasó cerca de él.
Siguió con sus ojos la trayectoria de la aeronave, que terminó estrellándose en un predio lleno de espesa vegetación. Fue el primero en llegar y al verlo, el oficial Gustavo Ferreira, quien se encontraba aún despierto, le pidió ayuda para poder salir del lugar.
Con don Antonio se encontraban ya otras dos personas, entre ellas Juan Sartorio. Todos coinciden en relatar en que el helicóptero estaban solo tres oficiales y descartaron la versión de que hubiera una cuarta persona, una mujer, que los acompañaba, como surgió en algunas versiones que aparecieron durante los primeros minutos posteriores al impacto.
“Me vio el señor que estaba herido y me llamó, me pidió que vaya y le ayude, que le saque de ahí”, aseveró don Antonio. “Podía explotar el helicóptero porque perdía mucho combustible”, señaló a su vez don Juan. Ante esta situación, decidieron sacarlos ellos del helicóptero, una tarea que resultó por demás dificultosa debido a la gran cantidad de vegetación en los alrededores del lugar donde terminó el helicóptero.
Llamaron varias veces al 911. El difícil acceso y el desconocimiento de la zona representaron un problema para llegar, afirmó don Antonio. “Me pedían la dirección y yo no conocía tampoco el nombre de este lugar”, indicó.
Fueron los vecinos los que consiguieron sacar a los heridos y llevarlos a bordo de un automóvil particular a un centro asistencial.
Durante el accidente, terminó perdiendo la vida el oficial Agüero. Por su parte, Ferreira, se encuentra en terapia intensiva tras sufrir traumatismo de cráneo y fractura del brazo izquierdo; mientras que el segundo acompañante, el oficial Pedro Espínola, sufrió la fractura de la pierna izquierda, aunque se encuentra fuera de peligro. El cuerpo del fallecido pudo ser retirado luego de casi dos horas y media de trabajos.
El Robinson R44, el helicóptero, en el que viajaban, se caracteriza de hecho por ser una aeronave muy insegura, pensada para paseos turísticos, control de estancias o transporte de ejecutivos en radios urbanos que para el patrullaje y el control de la delincuencia. Varios accidentes que se registraron en los últimos años implicaron a estos helicópteros.
El helicóptero que se estrelló en Limpio no debió volar, considerando las condiciones climáticas que se registraban en el momento del accidente. Fuentes oficiales confirmaron a ABC Color que la máquina efectuó el vuelo por “orden superior”.