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La ingeniera Alejandra Franco, auditora de la Contraloría, confirmó el hallazgo de unos 150 transformadores en desuso totalmente a la intemperie, en la zona de Fuerte Olimpo, Chaco paraguayo.
Algunos de los aparatos presentaban visible estado de deterioro, inclusive con pérdidas de líquido. “Al estar a la intemperie estaban filtrando aceite”, refirió en contacto con la 780 AM. Un aspecto aún más preocupante es que esta situación se registró a escasos 100 metros del río Paraguay. La técnica mencionó que los elementos peligrosos se encontraban abandonados por la ANDE en la propiedad de funcionarios. “Esto fue en la casa de un funcionario, de donde hace 10 ó 15 años que no retiraban esos transformadores”, refirió.
Otro caso similar tuvo lugar en Bahía Negra, donde encontraron un aparato tipo elevador que cumple las mismas funciones que un transformador, según explicó. “Eso estaba a 50 metros del río, frente mismo a la oficina de los funcionarios”, detalló. Al momento de la verificación de la Contraloría, el artefacto aún contenía 500 litros de aceite e inclusive había riesgo de explosión, dado que aún se encontraba operativo. “Si eso llega a explotar... Está arriba porque es un elevador que está en uso; nunca se sacó del lugar”, alertó.
Comentó que los lugareños ya habían pedido un transformador nuevo, pero igualmente ningún funcionario de la ANDE se hizo cargo de la gestión.
Un dato particularmente llamativo y a la vez preocupante habla de que el aceite de estos transformadores antiguos es utilizado por lugareños con fines medicinales, cuando en realidad se trata de un componente altamente tóxico.
Alejandra Franco confimó que, en lugar de tomar distancia y evitar cualquier contacto, efectivamente “se van las personas y piden el aceite de los transformadores y lo utilizan como ungüento para reumas o remedio caliente”. La funcionaria aclaró que no puede afirmar que se trate efectivamente de askarel, debido a que se requieren de pruebas específicas. “No sabemos el contenido de PCB (bifenilos policlorados), pero igual es tóxico, calculamos que son elementos tóxicos”, aseveró.
En ambos casos -el de Fuerte Olimpo y Bahía Negra- se evidenció la total dejadez de la ANDE en el manejo de sus transformadores. Estos aparatos datan de la década de los '70 y se encuentran en desuso al menos desde hace 15 años, según detalló Franco. Aseguró que, justamente por la actitud de la estatal, ni siquiera se puede tener certeza sobre la cantidad de PCB en aquellos aparatos. “Nunca fue alguien de la ANDE ahí; nos comentaron que nunca van ni suelen verificar nada”, relató.
Al ser abordada sobre la contaminación del agua, considerando la cercanía de los transformadores con pérdida de aceite, recalcó que “no sabemos si ya se contaminó el río. No podemos hablar de contaminación en este momento; tendría que irse alguien especializado a la zona”, apuntó.
La ANDE anunció un plan para “eliminar” los transformadores en desuso que puedan constituir un peligro para la salud, luego de que un incendio en el “cementerio” (depósito) de San Lorenzo pusiera en jaque a toda una población, debido a que el fuego alcanzó aparatos que contenían askarel. En la fecha, el Gobierno confirmó que al menos 136 personas fueron identificadas como posibles intoxicadas por el aceite peligroso luego del siniestro, ya que presentan síntomas sospechosos, como tos, prurito, conjuntivitis e irritación en las vías respiratorias.
Recién luego del incendio del pasado miércoles 14, la proveedora de electricidad decidió acelerar el proceso para dar fin a estos aparatos, que serán enviados a Europa, donde se cuenta con tecnología adecuada para eliminar estos compuestos peligrosos. Los organismos internacionales habían prohibido ya hace años los elementos con askarel; sin embargo, aún hay depósitos con artefactos en desuso en medio de poblaciones en Paraguay, como el caso de Laurelty, San Lorenzo.