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Más de un centenar de camiones y vehículos particulares se encuentran en la entrada de la ciudad, frente al Oratorio de la Virgen del Camino, mientras que otro grupo está en el eucaliptal frente al cementerio, camino a Arroyos y Esteros.
Según el presidente de la Asociación de Transportistas de Tobatí, Lidio Zayas, exigen contar con un documento legal que avale el transporte de subproductos forestales, es decir “leña”, que -según mencionan- son sólo residuos forestales que nada tienen que ver con la deforestación de la que siempre se los acusa sin motivo.
En ese sentido, sostuvo que los verdaderos grandes deforestadores son los sojeros, que deforestan montes y bosques para sembrar sus productos sin que por ello reciban sanción alguna. Sin embargo, todas las instituciones de control se centran en “perseguir” y controlar a leñeros y carboneros con el pretexto de la ley de deforestación cero.
Subrayó que los transportistas de Tobatí están aportando en negro lo que debería ser un aporte para un plan de reforestación. “Somos conscientes y queremos aportar para la noble causa de reforestación, pero también necesitamos seguir trabajando y, para tal efecto, precisamos de un documento legal”, acotó. Según mencionaron, cada transportista gasta entre G. 400.000 y G. 1.000.000 en coimas para poder transportar la leña.
Especificaron además que toda la economía tobateña se mueve con la producción de materiales de construcción, que para la cocción se precisa de la leña y que no tienen más opción. Desde hoy, ni un solo camión transportador de materiales de construcción está saliendo de la zona, todos están varados frente al oratorio de la Virgen del Camino, en la entrada a la ciudad. Con esto, la economía de Tobatí se encuentra paralizada, pues es la única fuente de ingresos de esta localidad, aparte de la venta de artesanías.