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La encuestadora nacional First Análisis y Estudio, presidida por Francisco Capli, una vez más “ha dado en el clavo, realizando un trabajo profesional". La empresa fue contratada por ABC para llevar a cabo las encuestas de “boca de urna”.
Al respecto, Francisco Capli, comentó que en esta oportunidad trabajó un equipo compuesto por 115 encuestadores, más otros 15 especialistas en computación, recepción de datos y transporte. Fueron en total 132 personas. “O sea, es un equipo grande de gente que se preparó 10 días antes y trabajó mucho”, destacó Capli.
A lo largo del día generó la incógnita: ¿Quién era el candidato G y quién el K? Con esas dos consonantes nombró Capli a los dos postulantes a la presidencia por el Partido Colorado. Desde el primero de los cinco cortes de la boca de urna llevaba al delantera el candidato G. A las 18 se develó el misterio G era Mario Abdo Benítez, el ganador de la boca de urna. A la misma hora los primeros resultados del TREP le daban la razón.
Al cierre de la boca de urna el Candidato G (Marito) tenía el 50.9% de los votos y el candidato K (Santiago Peña) tenía el 45,7%.
A lo largo del día, otros encuestadores daban resultados diferentes, que eran difundidos en los medios del grupo Cartes.
Preguntado sobre cómo nuevamente le dieron "en clavo” con la boca de urna, explicó que se dieron dos o tres cosas. “A mi el diario me contrató para hacer una boca de urna y acertar los resultados, nunca me dijo ‘que gane fulano’, nunca tuve presiones políticas, y la única meta era hacer un buen trabajo, acertar, y que nos contraten de vuelta en las próximas elecciones”, expresó.
¿Cómo funciona la boca de urna? Capli explicó que consiste básicamente en preguntar al elector, a la salida de los colegios, por quién votó, y ese dato se anota y se transmite a un equipo de recepción, después pasa a computación y finalmente se informa al público.
Añadió que se votó en casi 800 colegios, en 100 de los cuales First hizo sus bocas de urna.
En ese contexto, dijo que se tomaron 15.100 casos, con un margen de error que está dentro de lo habitual, que es muy bajo. No obstante aclaró que la boca de urna es diferente a las encuestas previas a las elecciones, en las que se pregunta a la gente qué va a hacer en el futuro, mientras que en una boca de urna se le consulta qué hizo, por lo que es más precisa.
Por otra parte, Capli aseguró que a estas alturas del tiempo con el porcentaje de mesas escrutadas, los guarismos son “absolutamente irreversibles”, y la diferencia va a terminar muy próximo a un 6%.