Desirée, una política suelta en las redes

A través de las redes sociales comparte no solo sus ideologías sino también abre las puertas de su hogar. Aun con amenazas del EPP, la senadora Desirée Masi comparte su intimidad con sus seguidores... y conquista a adversarios.

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La explosión de las redes sociales en la década pasada se mantuvo emparejada con la ebullición del uso de empresas, marcas y personalidades del mundo del entretenimiento, política y medios de comunicación, que se abrieron a un mundo de informaciones e interacción constante.

Mientras muchas de las figuras mediáticas -especialmente, políticas- optan por contratar los servicios de un administrador de redes sociales (community manager), otras prefieren dejar su marca en cada uno de los "posts" o "tuits" que comparte. Si el Parlamento paraguayo tiene un ejemplo, es el caso de Desirée Masi, la senadora del Partido Democrático Progresista (PDP) que cuenta con 5.000 amigos y más de 28.200 seguidores en la red social Facebook.

La esposa del exministro del Interior Rafael Filizzola no se priva -desde 2012- de dar a conocer sus pensamientos sobre problemáticas de la actualidad, así como comparte sucesos familiares o de su entorno más inmediato. "A mí me gusta hacer lo que hago normalmente en una conversación con mis amigos, con la gente que atiendo: interactuar, dar el contexto, escuchar otros puntos de vista. Para mí, lo más importante en las redes es ser cono normalmente uno es en la vida real", comenta la legisladora sobre su éxito en Facebook.

Aun con amenazas del grupo criminal del EPP, la senadora comparte fotografías de sus hijos y algunos datos de su vida cotidiana... aunque con claras limitaciones. "Tenemos cuidado. Antes yo contaba: 'Ahora me voy a Ñu Guasu', 'Ahora hago tal cosa...'. Eso ya no hago. Cuento: 'Me fui a tal parte'. Antes yo daba toda una cuestión de horarios y lugares donde iba a estar. Eso me recomendaron que no haga", manifiesta.

Sin embargo, Masi asegura que no teme que su exposición en las redes afecte su seguridad, debido a que su imagen -y la de su familia- es conocida a través de los medios, a través de entrevistas y actos públicos ya desde tiempo atrás. "Tanto Rafael, como yo y nuestros hijos desde siempre participaron de entrevistas que nos hacen, porque la gente quiere conocer el lado humano de los políticos. Todo fue conversado con nuestros hijos. Ellos saben. Es más, tengo prohibido subir fotos de mi hijo adolescente -N. de la R.: este viernes cumple 17 años y subió una foto de cuando era niño-. En este momento, él no quiere que haga eso: solo subo algunas que autoriza".

Lo llamativo de Masi en las redes es que incluso sus enemigos políticos se ahorran el tiempo de agredirla, sumándose al diálogo sobre la problemática nacional. "Estamos de acuerdo -en el país y en las redes- que el país no está bien, independientemente de los colores; que se necesita mucho más, que no hay salud, seguridad... eso es independientemente del gobierno", menciona. "Ese proceso la gente entiende. Sí, cuando critico al presidente Cartes nos solemos pelear, pero bien. Yo bloqueo a muy pocas personas, no es mi estilo, y casi exclusivamente bloqueo a personas que meten a mi familia en la discusión", aclara.

Para sucesos como el secuestro del joven Arlan Fick, la legisladora sostiene que el acompañamiento de la temática es fundamental. "Ahí se da una situación muy especial. En la vida real nosotros acompañamos muy de cerca todos los secuestro del EPP, de quien sea. También nos pasó con el tema de Dalia Scappini. Creemos que es una de las situaciones más difíciles que viva una persona", subraya.

Por eso, por ejemplo, cada 16 de febrero recuerda el día en que Cecilia Cubas fue hallada muerta. "Conste que tuvimos muchas diferencias políticas con su familia, pero Cecilia fue una joven paraguaya que no merecía morir como murió".

Para el caso del secuestro de Fidel Zavala, comenta que el apoyo en las redes fue muy importante para la familia del ganadero. "Sus hijos eran adolescentes cuando eso, estaban en las redes sociales, y veían todo y se sentían acompañados por sus amigos, compañeros de colegio. Le hace bien a la familia. Mucha gente dice: '¿qué lo que van a conseguir?'. No, es por la familia. Sabemos que el secuestrado no va a ver eso", menciona, consciente de que incluso los criminales del EPP buscan esa repercusión, como marketing del terrorismo que imparten.

"En el caso de Arlan, toda la familia estaba en las redes sociales. Yo era amiga de Rosinei, su hermana. Interactuaba conmigo mucho antes del secuestro de Arlan", comenta.

Aunque aún algo resistente a los 140 caracteres, Masi también está presente en la popular red social Twitter (@desimasi2). "Yo uso Facebook más que Twitter, por una cuestión tecnológica. Todavía yo no tengo internet en mi teléfono y el Twitter funciona para eso en cuestiones instantáneas. Me cuesta mucho porque estoy acostumbrada a dialogar, a mí me gusta eso, no solamente tirar palabras", dice.

Lejos de contratar los servicios de un colaborador, la legisladora se encarga de marcar presencia -ella misma- a través de sus perfiles. "A mí me parece una falta de respeto tener un community manager. Es como que te vayas a un acto político y -mientras la gente se va por vos- alguien habla en representación tuya", enfatiza.

"Hoy, miércoles 7 de enero, les cuento que recibí una 'orden superior'", escribía la senadora desde su perfil en Facebook. "Mi mamá, doña Graciela, a quien le prometí 'exclusidad de hija' en las vacaciones, me está reclamando. Y exclusividad para ella es 100% de atención, del tiempo que me resta de estar con mis hijos. Nada de política ni nada de joda en internet", mencionaba, dejando en claro la "libertad" tecnológica que se tomará en los próximos días. De todas formas, al parecer, la Masi digital no se detiene. Ahora piensa en abrir un canal en YouTube para compartir sus ideas y pensamientos, en video. Todo un "Zoon politikón" en las redes del siglo XXI.

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