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Georgina Zavattiero defendió su tesina de grado de la carrera de Trabajo Social ya en el 2014, pero recién participó del acto de graduación este año. Fue galardonada con honores y obtuvo la “Medalla de oro”, por haber logrado un promedio de calificación cinco absoluto durante toda la carrera.
Durante el discurso que le tocó brindar ante las autoridades, entre las que se encontraban el rector Abel Bernal y el decano de la Facultad de Filosofía, Ricardo Pavetti, la joven aprovechó para expresar su repudio a los hechos de corrupción, clientelismo y prebendarismo existente en la cúpula de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Al mismo tiempo, mostró su total respaldo a la lucha estudiantil que emprendieron los estudiantes desde la primavera del año 2015, denominada #UnaNoTeCalles. La joven aseveró que la protesta de los estudiantes por lograr la reforma del estatuto universitario debería ser “una causa nacional”, en la que estén involucrados todos los paraguayos.
La joven expresó su anhelo porque los “resabios nefastos” de modelos políticos pasados, sean superados, para que sobresalgan “las voces de los movimientos sociales que buscan verdaderas reformas a un sistema obsoleto”, manifestó la egresada universitaria.
Zavattiero recordó que su título está “marcado con tinta de corrupción por quienes hasta hace muy poco tiempo ocupaban altos cargos dentro de esta casa de estudios”, en referencia a que aún tiene la firma del anterior rector, Froilán Peralta, que fue tumbado por denuncias de corrupción. Sin embargo, dijo ve esa “marca”, como una motivación para “abogar e incidir por un país transparente, honesto y justo para todos”.
Giorgina pidió a los egresados presentes no olvidar que la UNA tiene como fin formar profesionales que retribuyan a la sociedad lo que esta invierte en la formación de los universitarios. Por lo mismo, afirmó, la UNA debería ser “la matriz y cuño de la transparencia, la justicia y la educación con calidad”.
La destacada egresada agradeció por el fin de sus estudios a quienes ellas considera los pilares “del sostenimiento económico que financia la educación universitaria”. Citó a los campesinos y pueblos originarios, las mujeres emprendedoras, las trabajadoras domésticas y los jornaleros.