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No faltaban más que algunos metros. Era cuestión de doblar la esquina y Liz Teresita Arzamendia estaría en casa, con su familia, con su pequeño hijo, luego de una larga jornada laboral.
Pero la joven mujer de 31 años no llegó nunca.
En la esquina de Mayor López Decoud y Dr. Juan Boggino, dos desconocidos a bordo de una motocicleta la interceptaron. Uno de ellos le arrebató la cartera y con brutalidad le asestó una cuchillada en el pecho, a la altura del corazón.
La mujer cayó al piso y murió casi de inmediato.
El caso de Liz Teresita pasa a ser parte de una larga lista de hechos delictivos que le han costado la vida a hombres y mujeres de diferentes edades.
En los últimos cinco años se registraron al menos una veintena de asaltos con derivación fatal en diversos puntos del país. Solo en 2011, los “motochorros” segaron ocho vidas en Asunción y Central.