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La muerte del mecánico Jorge Sebastián Cabrera Dilascia, de 27 años, pasó a formar parte de la negra estadística que marcó el inicio del 2013. Su homicidio, desde un principio, fue llamativo porque fue a tempranas horas del 1 de enero, frente a su casa en Luque.
Lo que se manejó como un asesinato por encargo por parte de sicarios terminó dirigiendo la atención a la ciudadana rusa Anahí Emilianovna Drozdova, de 39 años, y su hijo, un menor de 14 años.
¿Qué fue lo que la involucró como sospechosa? Su camioneta Toyota Land Cruiser gris, que según testigos usaron los asesinos de Cabrera, un arma calibre 9 mm, siete de cuyas balas se extrajeron del cuerpo del joven mecánico, además de dos disparos de dichos proyectiles efectuados contra la puerta del lado del copiloto, más dos vainillas de balas del mismo calibre, una percutida y la otra sin disparar.
A estas evidencias se sumaron una peluca de color rojo, que según testigos tenía una de las personas que habló con Cabrera antes de ser asesinado, un vestido rojo y un pasamontañas. Todos estos objetos fueron encontrados en un basurero a dos cuadras del lugar donde fue abandonada la camioneta Toyota Land Cruiser.
“Nderakore” fue la expresión que uso Jorge Sebastián Cabrera Dilascia tras recibir una llamada a las 7:00 del 1 de enero. Ese día, tras las fiestas de fin de año, el joven padre descansaba en su cama con su concubina y su hija de 7 años, acurrucada en el medio de sus padres.
Tras esa llamada y con esa expresión “nderakore” (que en guaraní denota susto o sorpresa), Jorge se levantó de un salto de su cama, se puso apuradamente un short logrando levantar solo el cierre y sin abotonar dicha prenda, ya no tuvo tiempo de ponerse una remera ni tampoco la zapatilla correcta, ya que en un pie calzó su zapatilla y en el otro, el de su pareja, que era de color rosado.
Jorge tomó un paraguas y se dispuso a salir bajo la intensa lluvia que en ese momento se registró. Antes de abandonar la habitación donde minutos antes descansaba en familia, tomó las llaves de su casa y llaveó a su mujer e hija en el dormitorio y luego la puerta principal, como previendo que algo malo podía ocurrirles.
Minutos después, testigos que observaron el homicidio del joven padre fueron a socorrer a la pareja del mismo, la cual quedó encerrada en la habitación. Lograron sacarla tras echar la puerta a golpes y luego llamar a la Policía a través del 911. Jorge yacía muerto en el suelo frente a su casa, bajo la lluvia y con siete impactos de bala.
Este relato fue brindado por la madre de la víctima, Carolina Dislacia, quien participa en la investigación del homicidio.
Un asesinato para la quema de archivo o un crimen pasional son las hipótesis que se mencionan extraoficialmente en la investigación de la muerte del mecánico. La primera teoría fue luego de la expresión de los parientes de Cabrera, quienes señalaron que la muerte estaría ligada al tráfico de estupefacientes.
Dicho argumento surgió luego de que Cabrera comentara a un allegado que era constantemente acosado por Anahí, quien realizaba a menudo fiestas en su casa, donde circulaba supuestamente todo tipo de estupefacientes, lo que motivó la renuncia del joven mecánico. Pero no terminó allí el acoso, pues Cabrera había dicho además que su expatrona lo llamaba para amenazarlo de muerte.
Otro argumento que surgió fue que Cabrera habría manoseado a la hija de tres años de Anahí Emilianovna Drozdova, cuando trabajaba como chofer de la ciudadana rusa. Sin embargo, no se pudo comprobar tal versión, ya que los controles médicos no demostraron tal situación.
Hasta ahora, tres personas se encuentran detenidas por el caso: Anahí Emilianova Drozdova, su hijo de 14 años y el chofer Tomás Agüero, de 36 años. Este último habría sido visto por testigos a bordo del rodado utilizado por los asesinos del mecánico.
La fiscala María Naumann no reveló a ABC Color muchos detalles de la investigación ni las hipótesis que oficialmente maneja; sí expresó que durante la audiencia indagatoria de la rusa la notó "como consternada y angustiada".
Expresó que este jueves tiene previsto conversar con más testigos, además de los cinco con quienes ya pudo hablar, para obtener detalles del caso.
El hijo de 14 años de Anahí ya fue imputado por la agente fiscal, debido a que la prueba de parafina practicada al mismo dio positiva. El mismo será puesto a cargo del juez penal de Garantías Gustavo Bóveda, quien dispondrá las medidas de prisión preventiva que deberá cumplir.
La rusa, quien ya esta imputada, por su parte estará encarcelada en el Buen Pastor mientras prosigan las investigaciones en torno al homicidio de Cabrera.
Apenas se dio a conocer la detención de la ciudadana rusa, saltó al tapete que la misma es hija de Pompeyo Lugo, hermano del expresidente Fernando Lugo. Allegados a la familia del exmandatario confirmaron tal hipótesis, incluso la misma sobrina Mirtha Maidana Lugo.
La polémica sobrina de Lugo dijo además que el mecánico fallecido frecuentaba a menudo la casa de su prima no reconocida, a la que de igual manera presentaba como tal.
Pompeyo Lugo negó rotundamente su paternidad, como todos los Lugo según dijo Mirtha Maidana, y señaló que solo se buscaba desviar la atención de la investigación.