Una situación inevitable

Pablo Lemir, forense de la Fiscalía, afirmó que el fallecimiento de Osmar Martínez, condenado por el secuestro y asesinato de Cecilia Cubas, difícilmente pudo ser evitado porque el aneurisma que le produjo la muerte no era operable.

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Lemir conversó este miércoles con radio Canal 100 y dio detalles sobre el deceso de Martínez, hecho que se produjo el lunes cerca de las 18:00. “Fue un paro cardíaco producido por un aneurisma del cayado de la aorta”, indicó el médico. “Tenía una ampolla, una forma de hinchazón, que era el aneurisma. Esto le produjo una hemorragia masiva que tapona todo el corazón. El deceso fue rápido porque el nivel de sangre que transporta esta aorta es abundante”, detalló.

El forense del Ministerio Público agregó que la condición no era operable, por la ubicación del aneurisma; además, la enfermedad de Martínez ni siquiera se le había detectado. Uno de los hermanos del secuestrador denunció ayer que hubo omisión de auxilio por parte de las autoridades de la Agrupación Especializada y que las mismas no le permitieron a Martínez que se someta a estudios médicos.

El secuestrador estaba sometido desde hacía seis meses a un tratamiento con medicamentos por un cuadro de hipertensión, señalaron los familiares. Martínez falleció tras cumplir 10 años de encierro. Fue condenado a la pena máxima tras confirmarse que fue el ideólogo del secuestro de Cecilia Cubas y que coordinó vía internet con los miembros de las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) las negociaciones para el cobro del rescate.

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