Un verdoso espectáculo

Un penoso espectáculo vuelve a brindar el lago de Ypacaraí, a consecuencia de la contaminación que se arrastra desde hace más de 20 años. Millonarias sumas se han “invertido” en estudios y proyectos de recuperación del lago, sin resultado hasta hoy.

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Como cada año las cianobacterias (algas tóxicas) hacen su verdosa aparición para mostrarnos una vez más que nada se hace para solucionar la problemática ambiental en el lago Ypacaraí. No hay una sola acción que se pueda citar como ejecutada para frenar la contaminación.

Son 21 municipios de la cuenca del lago los que descargan impunemente sus desechos sólidos y líquidos en los arroyos cuyas aguas llegan hasta el lago Ypacaraí. Los arroyos Capiatá, San Lorenzo, Yukyrymí, Yukyry, Pirayú, Ypucú, y varios otros cursos hídricos llegan contaminados al lago. Las cianobacterias aprovechan las cargas orgánicas y los nutrientes, principalmente fósforo y nitrógeno, para reproducirse en el lago y brindar un verdoso espectáculo. 

En el 2012, todo un aparatoso equipo interinstitucional liderado por el entonces ministro de la Corte Antonio Fretes, el ministro de Obras Públicas,  Enrique Salyn Buzarquis y el titular de la Secretaría del Ambiente, Heriberto Osnaghi, recorrieron de punta a punta la cuenca del lago Ypacaraí a la “caza” de los contaminantes del lago.

En setiembre comenzaron las fiscalizaciones en los distintos establecimientos de la zona de influencia de la cuenca del lago Ypacaraí en los departamentos de Central, Cordillera y Paraguarí. Durante esos procedimientos se visitaron decenas de curtiembres, mataderos y estaciones de servicio en donde se constataron que arrojaban sus desechos sin un tratamiento adecuado a los arroyos Yukyry, Pirayú y San Lorenzo, que desembocan en el lago. Además, se pudo llegar a los establecimientos ganaderos y granjas que construyen diques, canalizan y desvían los humedales sin un plan ambiental, alterando el ecosistema.

El resultado de estas fiscalizaciones: nada, absolutamente nada.

Incluso varios políticos utilizaron como caballito de batalla la "recuperación del lago Ypacaraí" para llegar al poder. Un claro ejemplo es el gobernador Blas Lanzoni (PLRA), quien durante su candidatura incluso trajo a expertos orientales para presentar un proyecto de recuperación que se quedó en el olvido cuando asumió el poder en el 2013. 

"Mucho ruido y pocas nueces". Esta frase se aplica a la perfección a las fiscalizaciones y verificaciones realizadas durante todo estos dos años de la alarmante contaminación del lago.

Años después, el lago Ypacaraí continúa contaminado, ninguna empresa infractora ha dejado de funcionar y ningún propietario fue procesado por degradar los cauces hídricos que desembocan directamente en el espejo de agua. El MOPC, los 21 municipios y las tres gobernaciones aún no presentaron un programa concreto de alcantarillado sanitario para las ciudades que integran la cuenca del lago.

Al respecto, el director de recursos hídricos de la Seam, Ing. David Fariña, manifestó que el objetivo no es cerrar las empresas contaminantes, sino más bien conseguir que se adecuen a las normativas ambientales. Agregó que siguen monitoreando el comportamiento del agua del lago Ypacaraí y sus afluentes.

Lo peor es que pese a lo contaminado del lago las personas siguen ingresando al agua, aún con el riesgo que representa la presencia de estas algas tóxicas. 

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