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“Estamos pasando un momento muy doloroso, tratando de salir adelante con sus tres hijos”, expresó Édgar Martínez, más conocido como don Chito, el esposo de Aida Regis Amarilla, la mujer cuyo corazón fue donado a la pequeña Jennifer León.
Don Chito relató que la decisión de ser donantes la tomaron su esposa y él hace cinco años y, cuando se vieron con la triste noticia de que su mujer tenía muerte cerebral, optaron por seguir con ese compromiso por propia voluntad. “Nadie nos pidió. No fue fácil porque nos imaginamos el proceso que pasaría el cuerpo de mi señora, pero decidimos que lo mejor era donar sus órganos”, agregó.
El hombre expresó sus mejores deseos hacia la pequeña, que ya fue trasplantada ayer. “Ojalá que esa niña evolucione satisfactoriamente; le deseo de todo corazón”, expresó en contacto con ABC Cardinal. Finalmente, agregó que, gracias a Dios, hoy su mujer está paliando dolencias y siendo útil a otras personas.
El corazón implantado en el cuerpo de Jenni ya comenzó a latir con buenas señales y el panorama es alentador después de la compleja cirugía de trasplante cardíaco efectuada anoche en el Hospital de Niños “Acosta Ñu”, de San Lorenzo.