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Alrededor de las 5:30 llegó la tormenta con vientos de 100 kilómetros por horas a esta localidad que arrasó con los arboles, viviendas y varias columnas de la ANDE en diversos puntos de la ciudad.
Los barrios San Salvador y San Rafael se llevaron la peor parte ya que los mismos se encuentran situados en la parte más alta de la ciudad. En los mencionados barrios quedaron más de 50 familias damnificadas.
En la última vivienda residía una persona de 65 años de nombre Gregorio Lugo quien fue encontrado muerto entre los escombros de la vivienda que fue totalmente destruido por la tormenta. El finado se encontraba solo en su vivienda.
De acuerdo al informe proporcionado por funcionarios del hospital de San Ignacio, más 20 personas fueron asistidas en urgencias y posteriormente derivados a otros nosocomios.
Según un testigo, el viento fuerte acompañado de granizo duró solo cinco minutos que bastaron para destruir varias viviendas de los pobladores.
Los árboles de gran porte, derribados por las principales calles, obstaculizaron los trabajos de rescate de los bomberos, policías y médicos para llegar hasta el lugar de los hechos.
Durante varias horas esta comunidad quedó sin energía eléctrica al igual que las compañías vecinas debido a que varios transformadores quedaron de la Ande fueron derribados.
Los servicios de energía eléctrica se regularizarían al 100 por ciento dentro de algunos días ya que varias columnas fueron derribadas en otras localidades.
El silo de la Senave fue destruido casi en su totalidad dejando cuantiosa pérdidas a la institución ya que en la misma se guardaban semillas y maquinarias.
En la tarde de hoy los representantes de la Entindad Binacional de Yacyretá y de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) llegaron con ayuda para los damnificados. Además se comprometieron en acompañar la tarea de reubicación de los afectados.
Durante una reunión en la municipalidad local, donde participo el gobernador Arturo Martínez (ANR), se coordinaron los trabajos para la distribución de chapas, tejas y quits de víveres que entregaron los funcionarios de la EBY a las autoridades locales para su posterior entrega a los afectados.