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“El suelo de nuestro país, por ser mediterráneo, carece de este mineral (la sal), por lo que las frutas y verduras producidas, así como los animales y pescados de río, no contienen yodo. Por lo tanto, la sal yodada es la manera en la que se aporta yodo al organismo, a partir de la alimentación”, señala el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición.
Por eso existen normas, tanto en ordenanzas municipales como en el Código Sanitario, que establecen que todas las sales vendidas en nuestro país deben contener yodo, por ello el Ministerio de Salud difunde a través de un comunicado un método simple para saber si la sal está yodada.
Se debe tomar un pedazo de mandioca o papa cruda, luego hacerle un hueco y verter un poco de sal en el agujero. Posteriormente, gotearle limón, con lo que la sal deberá teñirse de color lila, lo que indicará que sí tiene yodo. Si no toma el color mencionado, la sal carece del mineral y esta situación debe ser denunciada al INAN, al (021) 2068-74, porque la carencia de yodo produce serios problemas de salud.
La carencia de yodo puede causar bocio, defectos en el lenguaje y en la audición y cretinismo, caracterizado principalmente por el retardo mental irreversible, según la cartera de Salud. En las embarazadas produce riesgos de aborto o de que el bebé nazca sin vida.