Un lugar para los héroes

Luego de décadas de abandono, el fin de semana pasado se inauguró el Memorial “Defensores del Chaco” en el predio del Cuartel de la Victoria. En el lugar descansan los restos de unos 500 héroes de la Guerra del Chaco. Por fin, un poco de honor.

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Un suave y fresco viento estremece los árboles que se levantan a algunos metros de distancia. En el lugar predomina el silencio, interrumpido apenas por la radio del oficial militar que hace guardia en la entrada. Las lápidas blancas recién pintadas y ubicadas se encuentran alineadas perfectamente, en lo que parece ser una alusión a algún pelotón militar esperando para pasar revista.

Entre las blancas lápidas, algunas de ellas adornadas con flores que dejaron los visitantes, se levantan un par de árboles. Es el nuevo Memorial “Defensores del Chaco”, erigido en el lugar en el que hasta hace poco se encontraba el maltrecho cementerio en el que descansaban los restos mortales de algunos excombatientes de la Guerra del Chaco que pasaron sus últimos días en el Cuartel de La Victoria.

“En este lugar sagrado descansan los restos de gloriosos excombatientes de la Guerra del Chaco. Gracias por honrar su memoria con respecto y gratitud”, se puede leer en una placa de mármol ubicada en la entrada.

“Son 504 excombatientes los que están acá”, cuenta Fabián Chamorro, un historiador que se encargó de guiar el viaje hasta el lugar. Habla bajito, como si no quisiera quebrar el silencio casi ceremonial que reina en el lugar.

Fabián camina lentamente, observando uno a uno los nombres escritos en la lápida junto a su fecha de nacimiento y fallecimiento, además del regimiento al que pertenecían durante los años de la guerra.

El Cuartel de La Victoria está ubicado a unos 20 kilómetros de Asunción. Fue comprado en 1939 como un predio de unas 90 hectáreas que debían ser destinadas a atender a los excombatientes paraguayos heridos y lisiados durante la Guerra del Chaco, el conflicto armado que enfrentó a Paraguay y Bolivia entre 1932 y 1935 como consecuencia de disputas limítrofes. Los problemas databan ya de varios años antes cuando la guerra explotó y las tratativas para finalmente sellar la paz definitiva se extendieron hasta 1938.

En el momento de su mayor gloria, el Cuartel llegó a alojar a unos 700 veteranos. En los últimos años, el número fue disminuyendo drásticamente en el 2005 eran 56, el año pasado 6 y ahora queda solo 1 héroe viviendo en el lugar, don Benítez que cuenta ya con 102 años de edad.

Como toda unidad militar, el Cuartel de la Victoria es un lugar frío en afectos humanos. Chamorro cuenta que los excombatientes dormían y descansan en una gran sala, dividida por mamparas de madera, a modo de pequeños dormitorios. Ahí, cada uno tenía su cama, un armario o roperito y una pequeña mesa.

“Estos sí que eran bravos, como me hubiera gustado conocerlos y poder conversar un poco con ellos. Me hubiera gustado poder escuchar sus historias”, señala Fabián. Volvió a hablar luego de varios minutos de silencio. Mientras conversa señala dos lápidas: la de Juan Ramón Pérez, fallecido a los 80 años hace ya 21 años; y la de Silvio Gómez, fallecido hace dos décadas a la respetable y honrosa edad de 80 años.

No es para menos. Pérez formaba parte del mítico Regimiento de Infantería Nº 13 Tuyutí, aquel del que formara parte el músico Emiliano R. Fernández, quien luego compondría una polka en su honor. Por su parte, Gómez sirvió en el R.I. 4 Curupayty. “Todos los regimientos tenían nombres de batallas de la Guerra de la Triple Alianza”, relata Fabián.

Vuelve el silencio.

El Memorial está ubicado a unos 300 metros de las cuadras del Cuartel de la Victoria. En el lugar descansan 504 excombatientes, que en sus mejores años dieron todo por la defensa del suelo chaqueño, un suelo que a 80 años de la finalización del conflicto bélico sufre enormes necesidades. Durante mucho tiempo, el cementerio que se encontraba en el lugar presentaba un aspecto abandonado, para nada digno de la memoria de aquellos valientes hombres.

El cementerio fue habilitado en 1983. El nuevo memorial, inaugurado el pasado viernes en coincidencia con el aniversario número 80 de la firma de la Paz del Chaco, cuenta ahora con 504 lápidas de hormigón con los nombres de cada uno de los excombatientes enterrados en el lugar. Cada lápida pesa unos 100 kilogramos. Además, fueron plantados 504 árboles nativos alrededor que los homenajean.

La obra incluye cuatro murales que representan episodios de la guerra, todos hecho con cerámica cocinada sobre una base de cemento. Los trabajos fueron encargados al artista conocido como el “Rey del Barro”. Por otra parte, también se instaló una pira que tendrá un fuego eterno, guardia de honor permanente y una zona de recreo para los visitantes.

“Todo por la patria”, se puede leer en el monumento principal del memorial. “Quienes descansan ahí, lo supieron demostrar”, afirma Fabián.

De pronto, un grupo de estudiantes secundarios llegan al lugar. Saludan tímidamente al oficial que monta guardia en la entrada y caminan entre las lápidas. Lo hacen en silencio y por momentos, se detienen frente a algunas en particular para observar con mayor detenimiento los nombres de hombres que hace ocho decenios y sin ser mucho mayores que ellos decidieron ir al suelo chaqueño y ofrendar su vida por su defensa.

juan.lezcano@abc.com.py - @juankilezcano

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