Con euforia y lágrimas reciben al Papa

El papa Francisco ya se encuentra en tierras paraguayas. El primer sumo pontífice latinoamericano se convierte así en el segundo máximo líder de la Iglesia Católica que visita nuestro país. Así fueron los primeros instantes de su visita.

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14:49. El vuelo AZA4000 de la empresa AlItalia aterrizaba en la pista del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, la principal terminal aeroportuaria de Paraguay. Mientras el Airbus A330 tocaba suelo paraguayo, las primeras gotas de lluvia se hacían sentir en Luque.

“El papa de la paz”, se escuchaba anunciar por los altoparlantes. Apenas tocó el suelo, el grupo Los Nazarenos comenzó a interpretar la canción “Gracias Santo Padre”, la que había sido elegida como la canción oficial de la visita papal a Paraguay. Los aplausos de las autoridades presentes en la pista y de los cientos de fieles que llegaron a los alrededores del aeropuerto no se hicieron esperar. Algunos de los componentes del coro de 200 niños de Luque no pudieron contener la emoción que los embargaba, y mientras cantaban, rompían en llanto.

En la pista, todos los obispos del Paraguay, el nuncio apostólico y varias autoridades civiles del país esperaban el momento histórico.

Siete minutos aproximadamente tardó el avión en detenerse por completo. La espera parecía larga, tal vez por la enorme emoción que encerraba el momento, aunque 27 años de espera para poder volver a vivir un momento como éste bien valían algunos instantes más de resistencia.

Mientras se acercaba la escalera, el presidente de la República, Horacio Cartes, y el nuncio, Eliseo Ariotti, comenzaban a dar los primeros pasos hacia la aeronave. Una vez que estuvo todo bien ubicado, la compuerta del avión que traía las banderas de Paraguay y el Vaticano se abrió.

Ariotti subió los escalones de la escalera amarilla. De fondo, la voz del presentador anunciaba lo que ocurría y el estribillo de “Gracias Santo Padre” se repetía con intensidad.

Segundos después, la figura de un hombre vestido de punta en blanco salía, no sin antes estrechar las manos de la tripulación que lo había traído desde tierras bolivianas. Los gritos de emoción se desataron, acompañados por los aplausos de los presentes.

El papa Francisco había llegado a Paraguay. Después de 27 años de la visita de Juan Pablo II, hoy ya santo, el máximo líder de la Iglesia Católica, el sucesor del apóstol Pedro, pisaba esta tierra guaraní.

Francisco, el primer papa latinoamericano, el primer jesuita, el primero no europeo en siglos, se convertía así en el segundo Sumo Pontífice en visitar Paraguay, esa tierra a la que expresó en tantas ocasiones su admiración y cariño, incluso mucho antes de convertirse en el máximo líder de una de las religiones más importantes del mundo.

Al pie de la escalera, el presidente de la República, Horacio Cartes, esperaba. Apenas saludó al mandatario paraguayo, el Sumo Pontífico levantó la mano para saludar a quienes los esperaban. Otra vez, los gritos y aplausos se desataron.

Mientras Francisco caminaba al lado de Cartes, los componentes del coro de 200 niños de Luque entonaban “Patria Querida”, la canción característica de los momentos históricos de nuestro país.

Una vez que Francisco y Cartes estuvieron ubicados, los niños entonaron el himno nacional paraguayo en guaraní al que le siguió el himno pontificio. “Paz en la tierra, justicia y caridad”, sacudía el himno del Vaticano en Luque, precisamente tres de los componentes principales del mensaje que ha caracterizado al pontificado del hombre que llegó al trono de Pedro de manera sorpresiva en 2013.

El Sumo Pontífice mantenía la vista fija en los componentes del coro, como no queriendo perderse un solo detalle de lo que estaban diciendo. Tras los himnos, los componentes del coro indígena presentó ante el Santo Padre la canción Jesucristo Rekovera en tres idiomas: Ache, guaraní y español.

Un breve documental recordó la llegada de Juan Pablo II a tierras paraguayas el 16 de mayo de 1988. Francisco bendijo una placa conmemorativa de su visita, y luego una niña ache, niños luqueños y el intendente César Meza Bría, se encargaron de acercarle varios regalos como un ramo de flores, además de artesanías como un rosario de filigrana hecho por artesanos de la ciudad de Luque.

El ballet Mimbipá y la orquesta de la Policía se encargó de dar el toque cultural a la llegada del papa. Mientras los componentes del cuerpo de baile presentaban tres danzas tradicionales, imágenes vivientes representando a Jesucristo, la Virgen de Caacupé y San Roque González de Santacruz acompañaban.

“Papa Francisco, Papa Francisco, Papa Francisco”, coreaba la gente mientras el sumo pontífice saludaba con las manos. Luego salió a saludar a los presentes en el lugar, tomándose el tiempo de dar abrazos a algunos componentes del coro. Una niña se negaba a soltar al Santo Padre como consecuencia de la emoción que la embargaba. 

Toda la ceremonia de recibimiento al Papa en Paraguay duró aproximadamente 25 minutos, 20 minutos más de lo previsto. Durante este tiempo, la euforia, las lágrimas de alegría y el entusiasmo inundaron el ambiente. 

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