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En la sesión en la que estuvieron presentes los miembros del Tribunal de Conducta de la ANR Gustavo Cazal Riego, Cayo Narvaez, Darío Franco, Eduardo Venialgo y Wilfrido Soria, se analizó la situación en la que se encuentra el colorado José María Ibáñez, y qué procedimiento se debería tomar con respecto a él. El pleno concluyó que “la conducta del afiliado José María Ibáñez es reprochable objetivamente”, sin embargo, añaden que en el análisis que fue sometido a consideración de los miembros sobre la resolución Nº 469, la conducta “técnicamente no se halla ajustada al artículo 71 de los estatutos partidarios”, donde se establecen las causales para la pérdida de condición de afiliado al partido.
A continuación, citaron cuáles son las causas por las que Ibáñez sí podría ser expulsado de las filas del partido colorado:
-Por mediar una condena judicial por la comisión de delitos que merezcan la pena corporal de más de dos años.
Como otro motivo define que puede ser expulsado el afiliado que sea condenado judicialmente por la condición del delito doloso que merezca pena de más de dos años de penitenciaría.
Tras concluir que Ibáñez no tiene suficientes motivos para ser expulsado del partido, los miembros del Tribunal dieron por terminado el acto.
Lo curioso del caso es que, tan solo en la tarde de este miércoles, Eduardo Venialgo, miembro del Tribunal de Conducta de la ANR, había dicho que muy posiblemente se toque el caso Ibáñez, en la sesión, e incluso había agregado que el tema “amerita”. “Como regla general, las cuestiones políticas escandalosas, las rayan lo ilegal, lo inadecuado políticamente o lo perjudicial para el partido, deben estar sobre la mesa”, expresó el miembro del Tribunal, al tiempo de añadir que “no hay que esquivar los temas, el día que se quiera mirar otro lado, empeora”.
Venialgo había criticado incluso que con el tema de Ibáñez, “se quiso tapar el sol con un dedo y ocurrió algo peor (manifestación y renuncia)”, por lo que, lamentó, “es un escándalo innecesario que hace mal al proceso político, debilita las instituciones”.
Sin embargo, aunque el miembro del Tribunal parecía muy contundente en su postura de cuestionar a José María Ibáñez, finalmente, el pleno decidió lo contrario, lavándose así las manos del escándalo de corrupción que en los últimos días ha sacudido el fervor social del pueblo cansado de la deshonestidad de sus gobernantes.