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El dato fue proporcionado por el pediatra Martín Agüero, quien visitó el programa Media Mañana, de ABC TV, para brindar algunas recomendaciones sobre el uso del repelente en niños pequeños.
Un dato sumamente llamativo que brindó el profesional es que el peligro de intoxicación por uso de repelentes es real, y genera una enfermedad llamada encefalopatía.
Según los últimos datos que proporcionó el doctor Agüero, a nivel mundial se han reportado 20 casos de encefalopatía a consecuencia de la intoxicación por uso de repelentes. De estos 20 casos médicos, 3 han tenido un resultado fatal.
Existen muchas cuestiones que se deben tener en cuenta para evitar poner a nuestros pequeños en riesgo de intoxicaciones, y a la vez, mantenerlos protegidos de las enfermedades transmitidas por mosquitos.
El pediatra indicó que los niños pueden usar repelentes a partir de los dos meses. Existe un componente que los padres deben verificar que esté presente en el producto repelente. Este se denomina DEEP, y es el único componente que verdaderamente repele a los vectores. Pero, el componente DEEP debe ser solo del 10 % en elc aso del repelente que se utilizará para los niños.
En el mercado existen repelentes con distinto porcentaje de concentración de DEEP, cuanto más aumente el porcentaje de este químico, más potente es el repelente, aunque, en contraparte, a medida que aumenta la concentración de químico, sube el riesgo de intoxicación.
Otro consejo importante es que para los chicos se deben usar solamente los repelentes especialmente fabricados para niños, denominados normalmente “kits”.
Un punto fundamental a tener en cuenta. Para los niños solo se recomiendan las presentaciones en crema, pues permiten a los padres notar qué cantidad de repelente está poniendo a los niños, y así evitar exagerar con la cantidad de producto aplicado, que puede favorecer a la intoxicación.
Las concentracioones en spray no son aconsejables para niños porque se puede ir mucha concentración de producto y las posibilidades de intoxicación son mayores mientras mas absorción haya.
La aplicación masiva a veces implica riesgos, por lo que no debe excederse de una frecuencia de aplicación de cada dos horas.
“No se debe aplicar repelente cada 20 minutos, tampoco debajo de la ropa a los niños porque la absorción es mayor”.
No aplicar el producto directamente a la cara del niño, sino primero frotar en las manos.
Si los niños utilizan protector solar, este siempre se debe aplicar primero, luego el repelente. No ponga repelente en las manos y pies porque los niños se los llevan a la boca.