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Afirman que con un diagnóstico y tratamiento oportuno es posible superar un pronóstico adverso. La charla se llevó a cabo en el en el Hospital Acosta Ñu, este jueves.
Uno de los padres que habló fue Víctor Domínguez, padre de Neigel, que nació con cardiopatía y a quienes la primera cardióloga que le vio le dio apenas como máximo 32 días de vida. El niño ya va a cumplir 9 años, el 30 de junio, va a tercer grado y lleva una vida normal.
Comentó que su esposa, Rosana Duarte, quien no estuvo en la exposición por motivos laborales, había dado a luz en el Hospital de Barrio Obrero. Neigel nació con cardiopatía y debieron deambular buscando especialista.
La primera doctora que le vio le dio 32 días de vida porque le faltó desarrollarse todo el lado derecho del corazón y por eso su sangre no llegaba a los pulmones para oxigenarse. En términos médicos padecía de una atresia pulmonar con septo integro, y ventrículo derecho hipoplásico.
Posteriormente consultaron en el Hospital Acosta Ñu, donde a los 15 días fue sometido a una cirugía y ocurrió un milagro. A los dos años le hicieron otra cirugía reconstructiva y a los 5 años una tercera operación, con una técnica que se llama cirugía de Fontan. Fue con apoyo de un grupo de médicos extranjeros con Médicos del Acosta Ñu. Señaló que como todo hospital público habían estudios que no se hacían allí, así como falta de insumos y medicamentos, pero los médicos se ingeniaban para conseguir todo. Luego se enteró que también contaban con el apoyo de dos fundaciones: CeCi y Santa Librada.
Su compromiso con la vida de su pequeño le hizo renunciar a su trabajo, se hizo voluntario de la Fundación Ceci, primero para saber como funciona y hoy es el presidente. Además volvió a estudiar y se encuentra en tercer año de la carrera de Trabajo Social, para seguir apoyando a quienes necesiten.
La jefa de Cardiología del Hospital Acosta Ñu, doctora Nancy Garay, detalló que es la malformación congénita más frecuente en los niños, ya que 10 de cada 1000 criaturas en el mundo nacen con cardiopatías congénitas. Afirmó que en el Paraguay tenemos aproximadamente 140.000 nacimientos anualmente, por lo tanto se espera que 1.400 bebés al cada año padezcan de la enfermedad.
De los 1.400, dijo que el 35% necesitarán un diagnóstico médico y tratamiento precoz dentro del primer mes de vida y el 50% dentro del primer año de vida. Añadió que afortunadamente hoy día todas las cardiopatías pueden ser tratadas, con buenos resultados a largo plazo y buena expectativa de vida, pero la clave es el tratamiento oportuno.
Los síntomas principales de una cardiopatía congénita, en general, son que el recién nacido se ponga azulado (cianótico), por falla en la oxigenación de la sangre. Acotó que estas patologías suelen ser bastante graves y se necesitan medidas urgentes como ser internados en cuidados intensivos y realizarles cirugías de urgencias.
Otros síntomas son cuando los niños se cansan mucho para mamar, están muy irritables, no suben de peso o tienen infecciones respiratorias a repetitivas, pero en todos estos casos es mejor acudir al especialista para su revisión. Añadió que en niños más grandes se puede escuchar un “soplo” en el corazón o cuando practican deportes o hacen ejercicio físico el Niño refiere que se cansa fácilmente o le falta el aire.
“Afortunadamente hoy día todas las cardiopatías pueden ser tratadas, tanto por cirugía como por cateterismo cardiaco, con buenos resultados a largo plazo y buena expectativa de vida. La clave es el tratamiento oportuno. En el Hospital General Pediátrico Niños de Acosta Ñu, tenemos un Programa Nacional denominado “Tratamiento integral a niños de portadores de cardiopatías”, recordó.
El programa se viene desarrollado desde el 2010 con recursos propios del hospital, que depende del Ministerio de Salud y la ayuda de dos fundaciones: Fundación CeCi y Santa Librada, así como de la Diben. Estas ayudan son para costear los tratamientos que estos pacientes necesitan y que si son de escasos recursos, no lo pueden solventar. “De esta manera todos los niños que necesiten tratamiento son atendidos sin distinción en el hospital”, indicó la cardióloga.